Confesión 6

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Confesión 6:

Soy una mentirosa de primera categoría.


10:37 a.m.

Eso dice el microondas con letras rojas brillantes.

¿Debería ya llamar a Andrew? Tengo miedo de parecer necesitada, ese tipo de chicas no llama la atención de hombres como Andrew. Tal vez debería esperar hasta después del almuerzo, o un poco antes de la cena.

Tengo que generar expectativa, ese hombre tiene que desesperarse esperando a que lo llame.

—¿Qué haces?

Miro a July sobre mi hombro. Acaba de entrar a la cocina y se está sirviendo café. Cuando acaba, se apoya de la encimera, observándome.

—Tengo un debate interno. —Me giro hacia ella—. ¿Crees que sería prudente llamar a Andrew ahora o espero a que sea más tarde?

Hace una mueca.

—Espera o le harás creer que estás desesperada.

—Eso mismo pensé, no es bueno demostrar que necesitas de alguien. —Tomo mi taza de café, que había dejado a un lado, y le doy un sorbo—. ¿A dónde vas?

Está arreglada para salir y me dijo ayer que no tenía trabajo. Si hubiese dicho que hoy estaría ocupada la habría obligado a quedarse. No es bueno ir al trabajo luego de trasnochar en una fiesta.

—Me llamaron para un casting, están buscando chicas de relleno para un show en el canal 3.

Ah, un casting. Eso lo explica.

July quiere ser modelo o actriz, lo primero que se le presente en el camino lo tomará. Es un campo difícil, se necesitan contactos, pero ella sigue intentando y admito que amo el empeño que le pone a todo. Dios sabe que yo no trabajo por nada, a mí me gusta lo fácil.

—Voy rezar para que Diosito nos haga el milagro y logres entrar.

—Gracias, amiga. —Se termina el café y viene a darme un abrazo—. Nos vemos luego.

—Si entras, nos vamos de fiesta está noche.

—Y si ese tipo te ofrece una relación por conveniencia, también celebramos está noche.

Le sonrío antes de lanzarle un beso.

Poco después de que ella se va, llaman a mi puerta y estoy un poco sorprendida de ver a Cristian allí. No teníamos planes para hoy y creí que estaría en el trabajo desde temprano. Hoy, en el lugar en que trabaja, estará de invitado un dj en ascenso que a la gente le encanta, pensé que estaría ocupado arreglando los detalles.

—Hola, bebé.

Me besa rápidamente en los labios y entra al apartamento.

—Hola, mi amor. Creí que no nos íbamos a ver hoy.

Va directo a la cocina y se sirve café.

—Daniel se está haciendo cargo y me dijo que entrara a la una.

—Ah —es mi única respuesta.

—¿Desayunaste? —Niego—. Te haré algo de comer.

Por sus dotes en la cama y por ser un auténtico caballero cuando quiere es que lo mantengo conmigo. Sé muy bien que el chico no es material para una relación, es una agente libre, pero sí que sabe cómo tratar a un mujer dentro y fuera del dormitorio.

Lo observo mientras se mueve de un lado al otro en la cocina como si fuese suya. Se sabe dónde está cada cosa, no es necesaria ni siquiera mi presencia. Supongo que ha pasado mucho tiempo alrededor.

Confesiones de una oportunista ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora