Tragedia Y Esperanza

222 12 17
                                    

Marion y Oritel caminaban apresuradamente detrás del guardia. No sabían bien lo que había pasado con Diana. Las noticias sobre lo ocurrido en el centro comercial eran vagas, solo se conocía que Octavio y Diana estaban heridos, pero nadie sabía las causas, y Daphne estaba demasiado agitada como para decir más de dos palabras coherentes por teléfono.

El antiguo rey de Domino no le gustaba para nada que hubieran llevado a su hija a ese palacio en vez de a un hospital. Ya era bastante tener que soportar que ella prefiriera vivir ahí antes que en el palacio de Domino.

Luis lloraba acurrucado en un rincón. Sus amigos y las Winx trataban de levantarle el ánimo, pero era inútil. Él jamás se perdonaría lo ocurrido. Otra vez había fallado en proteger a su mujer.

-Sus altezas reales de Domino: lord Oritel y lady Marion. –Un guardia entró en el salón y presentó a los recién llegados.

Sus suegros se veían confundidos. Como si no entendieran la razón de tantas caras deprimidas.

El joven rey no pudo aguantar ver la cara de Oritel. Todo lo que estaba pasando era culpa suya.

Como un huracán de furia se abalanzó contra Oritel y le dio un puñetazo que lo tiró contra una pared. Quería seguir golpeándolo, pero Sky, Brandon y Riven lo sujetaron de cara al suelo. Pataleaba y golpeaba tratando de liberarse y eso hacía que sus amigos aplicaran más fuerza.

- ¡Esto es tú culpa! –Gritó con furia con una voz distorsionada por el llanto. –¡Tú la comprometiste con ese imbécil!

Oritel se puso de pie y escupió sangre. Le quedaría una buena marca en la cara.

- ¿Qué carajos estás diciendo? ¿Qué es mi culpa?

- ¡Lo que le ha pasado a Diana!

Marion se acercó a la mayor de sus hijas buscando respuestas un poco más claras ya que Luis en su ataque de rabia no lograría decir nada.

La ninfa estaba pálida, con los ojos inyectados en sangre y apagados. En realidad, no había prestado atención a nada de lo que pasaba. Ella estaba perdida en sus pensamientos.

Cuando Marion le puso una mano en el hombro, ella reaccionó.

-Cariño. ¿Qué fue lo qué pasó con Diana?

Las lágrimas volvieron a salir de los ojos de la ninfa al volver a escuchar el nombre de su hermanita.

-Octavio... intentó... él... él...

No pudo terminar lo que estaba diciendo. Realmente no podía continuar, todo era demasiado horrible. Abrazó a Thoren y se escondió en su pecho tratando de recobrar la compostura.

-Lo que Daph intenta decir es que... -Thoren tragó saliva. -... Octavio de Herlin intentó abusar de Diana. La golpeó y le rompió la ropa, algo horrible y ella no está nada bien sentimentalmente.

Oritel volvió a caer sentado en el suelo tratando de procesar lo dicho por Thoren, y su esposa estaba en shock, totalmente ausente.

En un principio el antiguo rey de Domino había considerado a Octavio de Herlin un hombre digno de su hija. El joven destacaba entre la realeza y no solo por su belleza, sino por su fama de buen rey y gran guerrero.

Nunca había fallado a la hora de juzgar a alguien. Estaba acostumbrado a ello, como rey de Domino lo hacía todo el tiempo, pero resultó que su único fallo puso en peligro la vida de una de sus hijas.

-Daphne, llévame con tu hermana. Necesito verla. –Dijo Marion con una voz rota y cristalizada.

La joven reina se limpió las lágrimas y dedicó a su madre una mirada triste.

Destinos Opuestos: Hadas Malditas (Winx Club)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora