CAPÍTULO 6

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Un viejo amigo

Alex

Debo admitir que no soy mucho de ir a fiestas en especial si es en lugares públicos, como el club en el que me encuentro en estos momentos. No se como me deje convencer de Reece para que acompañaramos a Christopher, según mi hermano, sería divertido pero hasta el momento no encuentro la motivación de mi hijo en venir a este lugar, él es más de sitios más privados y con más clase que este club.

—¿Qué pasa hermanito? ¿por qué la cara seria?

—No se como me deje convencer para venir a este lugar.

—Oh, ¡vamos!, el ambiente es agradable —comenta tratando de convencerme de que realmente es un buen sitio.

—Sí, no lo creo hasta el momento no veo nada, lo cual me motive a quedarme aquí. La música ni siquiera es buena.

—¡Eres un amargado!, la música es perfecta y acabamos de llegar solo relajate.

Decido tratar de seguir el consejo de mi hermano así que le pido al camarero una botella de whisky.

Desabotono la chaqueta de mi traje al igual que el primer botón de mi camisa, tal vez si debería relajarme después de todo ha sido una semana difícil, lo cual se está haciendo costumbre en mi vida.

El último encuentro con Sara, el último mensaje de Sara y los diferentes problemas que llegan todos los días a mi escritorio hacen que me de migraña y me tenga que acariciar el puente de la nariz. Ya suficientes problemas tengo y a eso le sumamos que Paolo no ha encontrado nada acerca de la nueva teniente, no quiero darle importancia pero me causa curiosidad más que todo la razón por la que Rick oculto que tenía otra hija.

El camarero llega junto a la botella de whisky que pedí, una cubeta con hielos y algunos vasos. Nos sirve a los tres en la mesa y doy el primer trago sintiendo como el alcohol entra en mi cuerpo.

El imbécil de Christopher ni se molesta en beber o prestar atención a algo que esté sucediendo alrededor, está concentrado observando y tecleando en su celular. Quiero creer que está solucionando algún problema de la central y no planeando su polvo de esta noche.

Escucho un pequeño silbido por parte de Reece el cual llama mi atención.

—¿En serio decias que no había nada interesante aca? —pregunta mientras no quita la mirada de la pista de baile.

—¿A qué te refieres? —pregunto confundido mientras trato de encontrar a la persona a la cual está mirando mi hermano.

—Mierda —escucho como maldice Christopher a mi lado mientras observa lo mismo que Reece.

Por fin logro encontrar lo que los dos imbéciles a mi lado observan y entiendo la razón de sus reacciones. Rachel James junto a su hermana y otra chica se encuentran bailando en la mitad de la pista, obviamente no somos los únicos que notamos la escena brindada por las tres mujeres pues hay varios hombres que se encuentran embobados viéndolas mover las caderas al ritmo de la música.

Las tres son hermosas y tienen unos cuerpos para morirse, no me extrañaría que más de uno en el club en estos momentos tenga la polla dura o incluso esté pensando en acostarse con cualquiera de las tres mujeres esta noche.

—Ya vuelvo —escuchó el comentario de Reece mientras me acomodo mejor en el sofá en el que nos encontramos.

Por más que quiera no logro despegar la mirada de Antonella James, esta buenisima y bailando de esa manera solo causa que el ambiente se ponga más pesado. Bebo lo que queda dentro del vaso mientras sigo observando como baila.

Señor Ministro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora