Señor Ministro

CAPÍTULO 1

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Reencuentro

Antonella

El clima frío de Londres me recibe en el momento que abandonó el aeropuerto, bien es cierto que no es mi primera vez en Londres pero quisiera que el motivo de mi visita fuera más acogedor y menos trágico que la realidad. Me detengo un momento para buscar el auto que se supone debía estar esperándome en estos momentos, a lo lejos observó un Jeep Wrangler color negro que se hace notar y confirmo que es el auto que me espera cuando su conductor baja la ventana dejándome observar a la persona que me hizo dejar todo en la central de Madrid y tomar el primer vuelo a Londres.

Subo en el auto y siento el cálido ambiente gracias a la calefacción del mismo permitiendo relajar mi cuerpo por un momento.

—Bienvenida a Londres teniente, ¿Qué tal el viaje? — saluda de manera amable.

—Estuvo bien, gracias —le resto importancia— Necesito que me expliques lo que sucedió con detalles Patrick.

—Parece como si tu fueras la capitana y yo el teniente — suelta una pequeña risa con un poco de ironía

—Lo siento, es que toda la situación con Christopher me tiene inquieta —trato de calmarme un poco mientras él empieza a conducir con camino a la central de Londres.

—Fue hace 48 horas—empieza a hablar— El coronel y tu hermana— la sola mención de mi hermana mayor hace que se genere acidez en la boca de mi estómago — Tenían una misión de rescate en Puerto Escondido, pero antes de ir al destino tenían que encontrarse con Thompson en Manaos donde les darían detalles del lugar exacto donde se encontraban los rehenes, pero algo sucedió— de repente su semblante se torna tenso— Rachel y Christopher iban en un avión junto a tres nuevos soldados, no sabemos qué sucedió exactamente pero el avión nunca aterrizó en Manaos y los radares de la central de Manaos detectaron un micro avión caído, desde ese momento se encendieron las alarmas y Thompson con el apoyo de la central de Manaos empezaron a enviar tropas al Amazonas a buscar el M19 caído y si encontraban algún sobreviviente.

—Pero no han encontrado nada verdad —mi voz se torna rota pero me controlo ya que necesito pensar con cabeza fría— ¿Ya localizaste sus chips de rastreo? —asiente mientras a lo lejos veo como empezamos a entrar en un camino poco concurrido y en medio de dos montañas lo cual me hace pensar que estamos cerca de la central.

—Los chips de rastreo no detectan vida pero si movimiento, hay dos chips que se han movido constantemente alrededor de la selva amazónica —se detiene un momento, para sacar su tablet, la desbloquea y me la entrega.

Entró en el programa de rastreo y digito el nombre del coronel, sacó todo el aire que ni siquiera estaba consciente que estaba reteniendo en mis pulmones dando un respiro de alivio al ver como este se mueve a través de la selva amazónica. Teniendo la certeza de que él está vivo me dispongo a digitar el nombre de mi hermana que a pesar de todo también me preocupa, no la odio más sin embargo el saber de mi familia no me causa buenos recuerdos o sensaciones, respiro con normalidad de nuevo cuando veo que su chip tambien se mueve es más me atrevería a decir que se encuentran juntos.

—Como puedes ver se encuentran vivos y estamos cerca de encontrarlos en la noche mientras descansaban aprovechamos para enviar una tropa al lugar donde formaron el campamento pero no llego a tiempo y cuando llegaron ya no había nadie así que en estos momentos están detrás de su rastro, no creo que demoren mucho en encontrarlos.

—Si ya están cerca de encontrarlos, ¿por qué me llamaste Patrick? —lo cuestiono mientras él baja la ventana para pasar por el reconocimiento ocular y que la central abra sus puertas a nosotros.