CAPITULO 4

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~ 《≡☆≡》 ~

Nubes y mareas

Alex

Desciendo del jet mientras varios soldados que notan mi presencia me dedican un saludo militar avanzó hacia el edificio central donde se encuentra la oficina de Christopher, mientras el elevador comienza su ascenso me concentro en mirar la pantalla de mi celular.

"Alex no creo que eso sea prudente, lo siento"

Leo el último mensaje enviado como respuesta por parte de Sara y me llenó de ira, no entiendo como puede estar con ese imbécil bueno para nada. Al llegar a la oficina de Christopher no me molesto ni siquiera en tocar puesto que solo vine para acabar con este capricho de una buena vez.

—Acaso no sabes tocar idiota —suelta con rabia sin notar mi presencia, esta concentrado en lo que parecen ser unos planos.

—¿Así es como le hablas a tu jefe? —despega la mirada de lo que está haciendo y nota mi presencia.

—Pensé que llegarías más tarde.

—Necesito acabar con tu capricho lo más rápido posible, no paró de recibir llamadas de Madrid quejándose de que te llevaste a una de las tenientes principales.

—No es un capricho y necesito a esa teniente en mis filas, la nueva tropa que estoy organizando será crucial para esto —señala la mesa con planos.

—Muy bien como sea, muéstrame, dónde está... —olvidó el estupido nombre del capricho de mi hijo.

—James, Antonella James.

Salimos de la oficina con destino al lugar donde la supuesta teniente se encuentra junto a su tropa.

James...El apellido del capricho de mi hijo me recuerda al general Rick James pero según tengo entendido él solo tiene 3 hijas Rachel James una de mis mejores tenientes, Sam James y Emma James que por lo que me comentó Rick la última vez que hablamos es cadete en la central de Arizona.

—¿James? — le pregunto confundido a Christopher.

—Si James, ¿Qué con eso?

—¿Rick tiene otra hija?

—No importa quien es su familia solo necesito que esté acá —evade el tema.

—¿Por qué ella? tienes a muchos soldados a tu disposición ¿Qué tiene de especial?.

—Cuando veas su trabajo responderás tu pregunta —tiene tanta confianza en este soldado que empiezo a dudar de que solo sea un capricho.

—No me refiero a eso, volaste hasta Madrid en mi jet sin mi permiso y solo para sacarla de la central de Madrid sin una autorización de traslado, además, el soldado tampoco se opuso a pesar de que dejó a su tropa sin teniente.

—Esa parte no te incumbe Alex, solo firma la puta autorización y yo me encargo del resto.

Continuamos caminando por la central hasta llegar a la tercera pista de obstáculos, la más complicada de la central de Londres.

—Mantén la distancia, no le dije nada acerca de que te dieron ganas de joderme la vida y volaste aquí para ver su trabajo —me advierte Christopher.

Decido quedarme en silencio y simplemente observar, ella está de espaldas tiene el uniforme de pila y por el momento solo observa.

—Muy bien soldados quiero un entrenamiento rápido, no quiero que nadie se tropiece o se tarde en llegar a la base final, el que llegue último tendrá que correr alrededor de toda la central mientras los demás están en la práctica de tiro, ¿entendido? —tiene un buen tono de voz y eso me gusta, sin embargo, los soldados no la toman muy en serio y solo algunos de ellos responden a su orden.

Señor Ministro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora