Diferente

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Busque a Serenity por toda la ciudad y no la podía encontrar, por la culpa de mi padre Serenity había descubierto esa estúpida verdad.

-¡Serenity por fin te encuentro!

Suspire aliviado mientras la observaba llorar en su cama con su cabeza escondida en sus rodillas; tenia que se hubiera ido de Hoen.

-¿Como entraste acá? -pregunte-
-Yo mande a construir este lugar -le muestre una copia de las llaves-
-Vete -le señale la puerta- No quiero verte nunca más
- Serenity -me acerque a ella- se que estas molesta por lo escuchaste y
-¿Molesta? -me levante de golpe de la cama- molesta es poco, me siento humillada, utilizada, controlada, es usted un idiota, si solo era un negocio ¿por qué?
-¿Por qué qué? -la observe- Si alcomienzo era una idea de negocios lo acepto pero con el tiempo me di cuenta que tenias muchísimo potencial para todo y
-Callate y vete

Empuje a Steven por la puerta, luego por las escaleras del lugar y luego hasta la salida del gimnasio quería que desapareciera de mi vista, no era gusto lo que había hecho conmigo no era un objeto de valor.

-¿Algún día podrás perdonarme? -insisti-
-Tendrá que pasar mucho tiempo señor

Y así fue, largos meses pasaron y desapareci por completo de la vida de Steven había renunciando a el y a mi trabajo temporalmente necesitaba sanar ese herida.

-Muy bien amigo ten tu medalla, felicidades por ganar en mi gimnasio
-Vaya, ¡¡muchas gracias!!-tomo la medalla realmente feliz- pensé que nunca lo conseguiría es usted muy fuerte
-Gracias -sonreí- ¿ya ves que con esfuerzo todo se puede lograr? -me agache para darle una baya a su pokemon- esta es la tercera vez que vienes a mi gimansio y lograste ganarme, ¡Felicidades!
-¿¡Existe alguien más fuerte que usted!? -pregunto-
-Claro -
-¡¡EL CAMPEON DE HOEN!!
-Si claro amiguito ese mismo, es muy fuerte y
-El campeon está en su puerta -corrio hacia el-
-¿¡QUE!?

Entre en shock y mis piernas comenzaron a temblar mientras observaba a Steven entrar al gimnasio y caminar hacia mi, intenté arreglarme un poco pero fue imposible.

-Así que ganaste -observe al pequeño- muchas felicidades, me sorprende que vencidas a esta mandona -la señale- es muy fuerte
-¿A quien llamas mandona? -pregunte molesta  desde lo lejos-
-Uy creo que nos ha escuchado, corre amiguito yo te cubro la espalda
-Muchas gracias señor, hasta pronto -salió corriendo del lugar-

Steven estaba ahí de pie, no sabia que hacer o como actuar,  opte por ignorarlo y subir a casa mientras llegaba el siguiente retador pero el era muy insistente.

-Se veía realmente feliz -hice referencia al niño- 
-¿El niño? Porsupuesto -me cruce de brazos-  de hizo muy fuerte en poco tiempo, ¿Sabías que me enfrento por 3 ves y gano? Y además... un montón ¿¡Que haces acá!?
-reí- Quiero pedirte que vuelvas a mi lado, mierda así no era -pense- quiero decir, que vuelvas a la corporación necesito tus ideas, interés y necesito a mi excelente secretaria  -suspire-
-Ya tome una decisión y...
-Puedes retractarte -tome su mano- no es lo mismo sin ti, puede que nos equivocaramos confundiendo nuestros deseos pero...
-Retírate -me solte-

No sabia si Steven había decidió irse o no pero yo subí a casa nuevamente destrozada habían pasado algunos meses desde la última ves que lo vi, sabia que si venia a buscar era porque me necesitaba pero se me era imposible volver a confiar en el.

-Creo que ya deberías superar eso -insistio kirlia mientras me daba un pañuelo-
-Es imposible, jugo conmigo y...
-Steven no me cae muy bien porque roba toda tu atención pero creo que sus sentimientos hacia ti siempre han sido honestos
-¿Tu crees? -pregunté mientras lloraba a moco tendido-
-Así es, ahora vuelve con el

Gracias a los consejos de Kirlia decidí volver a trabar a su lado, pero en esta oportunidad me prometí que ningún vínculo sexual  nos comprometiera.La semana siguiente volví a la corporación, para asi retomando todos mis horarios y labores.

Me encontraba del otro lado de la puerta de la oficina de Steven, en mi garganta había un enorme nudo y mi estomago dolía un poco por los nervios, sin nada más que perder suspire profundo  y entre de golpe interrumpiendo el silencio que existía en ella.

-Buenos días señor stone -hice una reverencia- ¿En que trabajaremos el día de hoy?
-¡Serenity! -me levante de mi silla- ¡¡volviste a mi!! Quiero decir volviste, que felicidad  -la abrace- te prometo que todo será diferente esta vez
-Señor porfavor suelteme -me aparte de el- Dígame, ¿En que trabajaremos en el día de hoy?
-Enhh -pense en mis ocupaciones- por lo pronto quiero uno de esos deliciosos cafés que preparas
-Claro señor como ordene -hice una reverencia y salí de su oficina-

Serenity había vuelto al trabajo, a trabajar a mi lado, pero todo de ella era diferente, difícil, distante, era muy callada y poco interesada. Cumplía con cada uno de los trabajos que le daba pero aun así, ya no era ella es mismo.

-No se que hacer -me levante de mi escritorio-

Continuara...

Sr Stone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora