A Munna le gusta jugar

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- ¿¡Por qué se siente pesado mi cuerpo!? -Me pregunte mientras comenzaba a despertar a mitad de la noche- Un momento... es el señor Stone

Abrí mis ojos y pude observar que el señor stone se encontraba durmiendo sobre mi pecho, comence a entrar en pánico, no sabia como había llegado ahí, ni el porqué estaba ahí, aunque pare ser honesta se veía realmente cómodo pero necesitaba apartarlo no podía estar sobre mi.

-¿Que hago? -pensé mientras llevaba mis manos a mi rostro- no quiero despertarlo pero si sigue ahí

Baje mis brazos y por accidente toque su cabeza ocasionando que este se moviera un poco logrando asi que se bajara de mi pecho dejándome en total libertad.

- Dios... -lo observe sonrojada- es están lindo cuando duerme

Me levante de la cama y baje a la cocina por algo de agua, realmente necesitaba pensar en lo sucedido y buscar una solución.

-Dios ahora estas de mi lado -recoste mi cabeza en rl marcó de la puerta- Tiene que ser una broma

Camine hacia la cama para así despertarlo no me quedaba de otra, pero por desgracia tropecé con algo y caí muy fuerte sobre el.

-¿¡Que pasa!? -desperte de golpe-
-Señor Stone -lo observe sonrojada ya que había caído en sus caderas-
-Munna no -la observe que salio de su pokebola -
-No de nuevo -suspire-

La mañana siguiente me desperte porque los rayos del sol se colaban por la enorme ventana que tenia la habitación de Serenity, recordé todo y analice la situación y pude observar como Serenity se encontraba acurrucada junto a mi, con sus manos aferradas a mi saco, como si pensase que fuera a escapar, trague saliva nervioso por la puesto a que realmente se veía adorable, ¿Acaso estaba comenzamos a sentir cosas por ella? Es mirenla su pequeña nariz tan redonda y perfecta, sus mejillas rosadas y su suave cabello algo alborotado por dormir acaso estaba desarrollado cosas buenas, como ternura,curiosidad o aún peor deseo.

Decidí levantarme de la cama tenía muchos asuntos importantes por solucionar pero no quería despertarla así que deslice cuidadosamente pero fue inútil cuando me había separado lo suficiente para alejarme se despertó y abrió sus ojos.

-Me quede dormida -rasque uno de mis ojos mientras me sentaba en la cama-
-Así es -la observe ya de pie-
-¿Como entro? -lo observe confundida-
-Serenity -reí- ¿No recuerdas? Munna uso su poder en nosotros anoche
-Ay Dios -lleve mi mano a mi cabeza- ¿Donde esta ahora? Ella es muy peligrosa suelta

Me levante sobre la cama de golpe asustada  para irla a buscar, ya que ella era realmente peligrosa fuera de su pokebola pero por desgracia mi pie fue envuelto por unas de las sábanas ocasionando que perdiera el control y cayera sobre Steven.

-¿Estas bien? -pregunte mientras se encontraba a unos cuantos sentimetros de mi boca-
-¿Eh? -abrí mis ojos ya que los había cerrado gracias a que había tropezado- 1
-Suerte que te atrape -la baje-
-¿Donde esta Munna?

Sali de la habitación mientras la buscaba con la mirada por todo el corredor del segundo piso.

-Oye tranquila -coloque mi mano en su hombro- ella está aquí, mira -mostre su pokebola-
-Dios que alivio -suspire mientras la tomaba en mis manos-
-Un problema menos -sonreí- y hablando de problemas...-recordé todo lo que tenía que hacer-
-¡Es cierto! -también lo recorde- si, no,nos damos prisa llegaremos tarde al trabajo
-Tranquila el jefe dice que puedes llegar tarde

Era la primera ves que Steven hacia un chiste y era realmente malo, gracias a su lo observe estática  por unos minutos con una expresión muy seria en mi rostro.

-¿Que pasa? -lo observa confundió-
-En serio señor debería trabajar en sus chistes -rei mientras lo miraba fijamente-
-¿¡Que!? -reaccione nervioso- vamos estuvo muy buenísimo
-Claro, buenísimamente malo -reí- me iré a bañar para luego ir a su casa y que usted haga lo mismo
-No -tome su muñeca- tenemos que terminar  acá

Steven tomó mi muñeca y lograndi que me girara hacia el, este me observa con sus hermosos y profundos ojos azules, pero su mirada era profunda y decidida.

-Señor pero la corporación tenemos que...
-¡He dicho que no!

Su voz realmente sería y gruesa combinada con su mirada profunda y decidida logró penetrar en mi interior, obligándome a obedecerle.

-Esta bien Señor, ¿Quiere desayunar?
-Porsupuesto
-Muy bien entonces vamos a cocina
-En esta casa no hay comida, creo que deberíamos salir
-Vale, solo deje agarrar mi bolso y...¡¡MI BOLSO!! -me llevé las manos a la cabeza-
-¿Ocurre algo?
-Deje mi bolso en su habitación
-Tranquila, yo invito, ahora anda vamos -tome su mano pata tirar de ella y sacarla lo más pronto de casa-
-Espere -Sonrojo-

Continuara...

Sr Stone Donde viven las historias. Descúbrelo ahora