Cuarentones

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- ¡Robin! Tienes que venir, esto es abandono. -me quejaba yendo detrás de ella mientras trabajábamos.

Mi madre había decidido hacer una cena y invitar a nuestro barrio, a todos los malditos vecinos para presentarnos y no sé que cojones más. Necesitaba un apoyo emocional.

- Si no voy a casa hoy me van a matar, ya te lo dije, ademaaaaas.. -alargó la palabra. - estará Steve.

- Steve es muy toca pelotas, me va a estresar. -me enfurruñé y Robin rio.

- Ya veréis como os lo pasáis bien sin mi, y ya te lo compensaré, lo prometo. -dijo y yo volví fuera, donde estaba Steve sirviendo helados a tres chicas.

- Ahí tenéis preciosas, cualquier cosa ya sabéis donde encontrarme. -dijo y las tres rieron coquetas mientras se iban.

Imbécil.

- Ni para ligar sirves, Harrington. -le solté llegando a su lado.

- Perdona, pero esos tres bombones de ahí seguramente vendrán cuando vuelva a hacer una fiesta y caerán a mis pies. -me guiñó un ojo y yo gruñí en respuesta.

- ¿Vas a venir a la cena de mi madre hoy? -pregunté cambiando de tema.

- ¿Quieres que vaya? -preguntó un poco sorprendido.

- Solo necesito apoyo emocional para aguantar a cuarentones borrachos, nada más, no te ilusiones. -dije y el se puso a reír.

- Ahí estaré, nena. -lo soltó sin pensar y mis mejillas se volvieron rojas al igual que las suyas con el comentario.

Me acababa de llamar nena y mi parte baja había soltado un gritito interno.

Puto Steve.

***

- ¡Grace! ¡Van a empezar a venir los invitados, baja ya! -gritó mi madre justo cuando tocaron el timbre. - ¡Y abre la puerta que estoy ocupada! 

- ¡Estoy en toalla mamá! -grité y la escuché gritar otra vez así que mejor bajé antes de que me cayese bronca.

Me acerqué a la puerta cogiendo fuerte la toalla que me envolvía el cuerpo, mi pelo chorreaba agua por mis hombros y espalda desnudos.

- Si vas a recibirme siempre así pienso venir todos los días. -soltó Harrington cuando abrí la puerta y sus ojos me recorrieron de pies a cabeza mientras sus ojos se oscurecían.

- Cállate, tengo que vestirme aún, así que o vas a ayudar a mi madre o subes conmigo, pero repito, no te ilusiones. -le dije mientras él entraba.

- Tú primero. -dijo señalando las escaleras y él subió detrás mío.

- Gírate, tengo que cambiarme. -él sonrió y se giró, dejándome un momento para meter mi cuerpo en un vestido simple.

- Esta noche va a ser un muermo. -dije y Steve se giró otra vez hacia mi.

- ¿Te crees que no vengo preparado? -sacó una bolsa con algunas botellas de alcohol.

- A veces me gustas, Harrington. - me reí.

Terminé de arreglarme entre comentarios de Steve y al final bajamos los dos para encontrarnos a todos los vecinos ya ahí, sentados. Steve y yo nos sentamos al final de una de las mesas y empezamos a comer, queríamos irnos rápido d ahí.

- Mamá, luego a lo mejor viene algún amigo mío más, iremos al salón o a mi habitación. -le dije a mi madre cuando vino a ver si todo estaba bien.

- Vale cariño, no te preocupes. -me sonrió y siguió con sus cosas.

Steve había avisado a Eddie por si quería pasarse y él había dicho que seguramente si vendría a pasar la noche con nosotros.

Terminamos de cenar los primeros y nos escabullimos sin que nadie se diese cuenta, entrando en mi habitación. Steve cerró la puerta detrás suyo.

- Empecemos la fiesta. -sacó las botellas y sirvió dos vasos.

- ¿No esperamos a Eddie? -pregunté.

- No creo que tarde mucho, nos cogerá el ritmo rápido, no te preocupes. -nos reímos y nos sentamos en mi cama.

Empezamos a beber entre risas, Steve no era mala compañía, a veces era un prepotente pero aún así conmigo era atento y me gustaba pasar tiempo con él, aunque eso no fuese a admitirlo nunca.

- Quiero preguntarte algooo. -dijo Steve arrastrando las palabras, llevábamos una media hora ahí dentro, el aire era pesado y nuestras cabezas ya daban vueltas.

- Suéltalo. -me reí yo sirviendo otro vaso.

- ¿Puedo besarte? -soltó y su cara se volvió seria al instante.

Mi cuerpo tembló en respuesta a sus palabras y entreabrí los labios para decir algo pero no salió nada.

Nos quedamos mirando unos minutos, ninguno decía nada, pero tenía la vaga sensación de que los dos íbamos acercándonos cada vez más.

Los labios de Steve estaban a centímetros de los míos y yo estaba respirando con dificultad.

- Contesta a la pregunta, Grace. -susurró y noté su cálido aliento.

- Sí.

No tuve tiempo de reaccionar, sus labios estaban sobre los míos en un beso rápido y descontrolado, mientras sus manos subían por mi cuerpo, una de ellas enredándose en mi pelo y la otra en mi espalda, pegándome más a él.

Estaba a ahorcajadas sobre él y seguíamos besándonos, Steve sabía dulce y al toque de alcohol, sus labios iban en perfecto compás con los míos y yo notaba como iba empapándome cada vez más mientras sentía que Steve se excitaba debajo mía.

- Joder, creo que esto me acaba de poner cachondo. -soltó una voz desde la puerta y los dos nos separamos de un salto.

- Joder Munson, ¿no te han enseñado a tocar? -se quejó Steve colocándose los pantalones mientras yo alisaba un poco mi pelo y bajaba mi vestido.



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Eddie siempre liandola, como no.

Me dijeron que hiciera un eddie x steve x grace pero me da miedo eso JAJAJAJAJ

si queréis que la escena +18 sea de los tres juntos me lo decís, si no solo será de steve y grace.

gracias por darle una oportunidad a mi historia :)

I wanna be yours - Steve Harrington +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora