I wanna be yours - Steve Harrington +18

Guardias

Todos gritaban.

Yo gritaba.

Esa maldita cosa dentro del portal gritaba.

Iba a morir.

- ¡No te la vas a llevar, hijo de puta! -gritó Eddie y fue directo a mi pierna.

Agarró la pierna de esa cosa, que estaba enroscada con la mía y empezó a golpearle.

Pero no me soltaba.

Al contrario, se enfadaba más.

Mi cuerpo dolía, parecía que iba a romperme por la mitad.

- Steve.. tenéis que soltarme. -lo miré a los ojos, yo lloraba y él estaba cerca de hacerlo.

- No puedo perderte otra vez, Grace, no puedo. -habló él y lágrimas cayeron por sus mejillas.

- ¡Cuidado! -gritó Robin de repente.

Pero era tarde.

Esa cosa consiguió sacar otra de sus piernas y cogerme por la cintura, arrastrándome con él, haciendo que los chicos cayeran al suelo y por lo tanto, me soltasen.

Caí en una oscuridad densa, no se escuchaba nada.

¿Dónde estaba esa cosa?

Intenté que mi vista se adaptase al portal y cuando empecé a ver algo, lo vi.

Esa cosa estaba en el suelo, muerto, se estaba convirtiendo en polvo.

Lo habíamos matado.

Ellos estaban a salvo.

Había ruidos extraños por todos lados y me asusté.

No sabía muy bien donde estaba, parecía un bosque.

- ¿Grace? -escuché en mi cabeza.

Steve.

- ¿Steve? ¿Dónde estás? ¿Cómo es que puedo oírte? -me levanté del suelo, mirando a mi alrededor.

- Estoy con los chicos, no sé como puedo estar hablando contigo, pero tienes que volver, al portal. -dijo y yo asentí aunque sabía que él no podía verme.

- No sé donde estoy, Steve. -me quejé al borde de llorar.

- Nena, solo sigue hablándome y camina, llegarás al portal, confía en mi. -me calmó y empecé a caminar, saliendo del bosque.

- Estoy cerca del centro comercial, lo veo al fondo. -me ilusioné y empecé a correr.

-  Te esperamos,  Grace, vuelve por favor. -susurró en mi mente por última vez y dejé de escucharlo.

- ¿Steve? ¡Steve! -pero ya no obtuve respuesta.

Mierda.

Algo se movió detrás de mi y una nube de polvo se alzó a mi alrededor, cegándome por completo.

Tenía que correr, salí disparada hacía delante, hacia el portal.

Mis piernas dolían, pero seguía corriendo, no iba a detenerme.

Conseguí llegar al centro comercial y al portal.

Coloqué mi mano como había hecho ya tantas veces y noté como empezaba a desvanecerme.

Caí de bruces al suelo con un ruido sordo.

Al caer y levantar la vista, todo a mi alrededor era un caos.

Había como unos cien guardias rusos.

La puta ostia.

Steve, Robin, Gareth, Eddie y Maya estaban atados y amordazados en el otro lado de la sala.

Les habían golpeado.

Y yo iba a ser la siguiente.

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AAAAAAAAAAA me estreso ¿una nube de polvo? ¿los guardias? aaaaaaaaa

POR CIERTO MIS AMORES, ESTOY ESCRIBIENDO NUEVA HISTORÍA, SE LLAMA REFLECTIONS, ESTÁ EN MI PERFIL

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UN BESITO