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— ¡No puedo creer que realmente estudies en la UNS*! —Chille de felicidad mientras dirigía una sonrisa sincera hacia Changbin, que permanecía sentado junto a mí en el asiento trasero de la camioneta de Nayeon

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— ¡No puedo creer que realmente estudies en la UNS*! —Chille de felicidad mientras dirigía una sonrisa sincera hacia Changbin, que permanecía sentado junto a mí en el asiento trasero de la camioneta de Nayeon. El solamente se rio—.

—Seremos compañeros por lo menos durante un año. Tienes suerte de conocer a alguien con experiencia. Prometo no dejar que te pierdas en ningún rincón oscuro del instituto... A menos de que te este yo acompañando, claro.

Escuche a Chan bufar en el asiento delantero al mío. Suprimí una risita al instante que Changbin se acercó más a mí, costado con costado.

—Y bueno, ¿qué dices? —Pregunto el mientras susurraba en mi oído. Me sonroje y el continuo—, ¿quieres compartir la cabaña conmigo?

—Es suficiente, Changbin —Escupió Chan, girando su cabeza para enfrentarlo. Líneas gruesas surcaban su ahora pálida frente, perlada por pequeñas gotas de sudor. Jake, a su lado, ladeo un poco su pequeña cabeza rubia y bostezo alzando los brazos y rozándolos con Chan. Él no se alejó—.

Changbin pareció perplejo—. ¿Qué tiene de malo, hermano?

—Exactamente. No tiene nada de malo —añadí yo mientras miraba con envidia como Jake se apoyaba en Chan, medio dormido—. Es decir, tú dormirás en la misma cabaña que tu noviecito, ¿no? ¿O acaso querías que durmiera en medio de los dos?

Chan apretó la punta de su nariz y contuvo el aliento, notablemente, su paciencia se agotaba. Decidí ignorarlo y me gire de nuevo hacia Changbin.

—Me encantaría compartir la cabaña contigo —Hable con voz seductora. Changbin sonrió aún más, con una leve chispa de perversión en sus ojos. Quise reírme, y no sabía si por el nerviosismo o por que más. Chan volvió a resoplar y se giró, dándonos la espalda. Fruncí los labios.

Había pasado casi un día entero desde que salimos de la mansión, y nos hubiera llevado mucho menos tiempo si no hubiera sido a causa del súper modelo—que más bien era súper irritante—. Tomamos un avión que llevaba directamente hacía Jeju,  y como era de esperarse, Jake fue perseguido por los fotógrafos a donde quiera que iba. Y eso nos incluía a nosotros. Por lo que el intentar escabullirnos era algo demasiado, demasiado difícil. Después de eso, Nayeon comenzó a hacer un desastre con su celular y en minutos, dos camionetas gigantes nos llevaban hacía las afueras, de la provincia —si, como todo un kdrama—, a donde se encontraba la bella costa. Ahí sería donde pasaríamos la siguiente semana, conviviendo los unos con los otros, y con suerte, evitando el estrangular a Jake y a Chan.

Las afueras de Jeju eran realmente encantadoras. Las carreteras permanecían enjauladas entre el la inmensidad del agua, los arboles y las flores  que destacaban en los límites, enredadas entre la hiedra.

Cerré mis ojos, apretando la frente contra el frio cristal polarizado. Todos se encontraban dormidos, menos el conductor, por supuesto.

Imagine que no estaba enojado con Chan, que él no tenía otro novio. Que él no me había engañado. Hubiera sido realmente romántico el haber pasado una semana juntos, alejados de la realidad en este precioso lugar. De pronto me pareció mala idea el haber accedido a venir con ellos hacia aquí, pero no podía hacer nada, este era mi trabajo.

Era como si cualquier cosa que supiera de él, fuera una completa mentira. Ni siquiera lo conocía demasiado como para saber si realmente actuaba a mí alrededor, y cuando yo no estaba... el solo se desprendía de esa mascara que asfixiaba su rostro.

No le di importancia a las lágrimas que recorrían mis mejillas sonrojadas. Me alegre de que nadie pudiera notar mi sufrimiento.

 Me alegre de que nadie pudiera notar mi sufrimiento

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Las cabañas eran más que impresionantes. Tres casitas elaboradas con madera muy clara permanecían flotando sobre las orillas de la gran costa de la provincia de Jeju que se extendía en todo su esplendor hacia nosotros. Los cuartos estaban conectados por el medio, una plataforma plana que tenía un techo y sin paredes, solo cortinas. Enredaderas de hiedra sobresalían del techo, al igual que de estas, pequeñas flores silvestres de colores pálidos permanecían con los capullos cerrados. También había un pequeño puerto con dos canoas, sillones de madera entretejida sobre el suelo flotante y una alfombra persa color marrón que no tenía fin. Si así era el exterior, no podía esperar a ver lo que me encontraría dentro.

—Este lugar es maravilloso —Dijo Jake mientras tomaba de la mano a Chan, guiándolo a través de las cabañas. La furia se apodero de mí, invadido por los celos, pero supongo que me lo merecía por actuar tan dramáticamente en el camino—. No puedo esperar a ver nuestra cabaña —Se dirigió a Chan. Este solo asintió, sin añadir algo más. 

Changbin no se quedó callado—. Al igual que yo no espero para ver la nuestra.— Trate de ignorar los sentimientos encontrados en mi interior y seguí observando el paisaje.

—Veo que han llegado antes —Dijo Nayeon, llegando mientras bajaba de su camioneta—. Quería enseñarles este lugar por mí misma, pero veo que lo han explorado ya.

—En realidad, acabamos de llegar mamá —Changbin hablo mientras se acercaba a ella y colocaba una mano sobre su hombro—. ¿Podemos elegir ya nuestras cabañas?
Jake chillo excitado. Yo solo rodé los ojos y desee no estar en el mismo lugar que el.

—Por supuesto. Solo quiero decirles que nos encontraremos en el vestíbulo después de que terminen de desempacar. Iremos al centro por suministros.

— ¿Por qué? Acabamos de llegar de ahí —Replico Jake mientras quitaba sus lentes oscuros y abrazaba a Chan. Después me miro, sonriendo maliciosamente—. Que vaya el arrastrado.

— ¡Jake! —Chan, Changbin y Nayeon dijeron al unisonó. Esta última menos enojada que los dos primeros. Sentía que si alguien no me sujetaba de los hombros ya mismo, saltaría y lo mataría de un golpe. Pero yo no caería tan bajo, aquí el único arrastrado, era el—.

Chan resoplo y se separó de el—. Yo iré con Seungmin. Recuerda, ese es su nombre. Seungmin, no arrastrado.

Sonreí para mí al notar que la odiosa sonrisa de Jake se borraba rápidamente de su cara. Después caí en la cuenta de las palabras de Chan.

—Eh, no es necesario, yo...

—Bien, si ustedes dos van, entonces también iré yo —Añadió Changbin, retando a su hermano. Perfecto, lo que me faltaba—.

—No se diga más. Acomódense en las cabañas y vayamos al centro —Nayeon camino entre nosotros, dirigiéndose hacia una de las cabañas, sin sentir la tensión cargando el aire—.

Esta será una larga semana.

*UNS: Universidad Nacional de Seúl

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*UNS: Universidad Nacional de Seúl

-Mong 

Corazón Ciego; ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora