- Se solicita niñero con o sin experiencia, con mucha paciencia y ganas de trabajar.
(...)
-No importa, yo quiero el trabajo, sus hijos estarán en buenas manos.
-Veras... Quiero que cuides a mi hijo de 23 años
-¿Eh?
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Esta es mi primera adaptac...
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Me desperté más temprano de lo habitual al siguiente día. Había dejado mi ventana abierta durante la noche, por lo que in sillón y una pequeña parte del suelo quedaron empapados con gotas de lluvia y un par de hojas verdes se habían colado hasta llegar a mi cabello.
Me estire perezosamente, bostece varias veces y rasque mi cabeza otras más hasta que decidí saltar de la cama y preparar mi desayuno. A pesar se ser vacaciones, mis padres seguían trabajando con un único descanso los domingos; y como estábamos a jueves, tenía la casa solamente para mi hasta muy tarde. Podría hacer lo que quisiera -menos una fiesta salvaje, claro-, y no tendría que preocuparme por los regaños provenientes de mi querido padre Kim Wonpil.
Saque una pequeña rama de mi cabeza y me reí un poco, mientras juntaba mi ropa sucio e intentaba acomodar un poco mi habitación- si, se podrán dar cuenta que soy muy salvaje cuando estoy solo-. Mire al reloj azulado encima de mi mesa de noche y de golpe volví a la realidad. Al igual que mis padres, yo también tenia un trabajo, y si no me daba prisa, llegaría más que tarde.
Sin pensarlo dos veces, me saque la ropa interior- No se dormir con mucha ropa- tome una toalla gris que encontré en el pasillo camino al baño. La eche sobre mi hombro. Una de las mil ventajas de estar solo en su hogar, era que podía andar de un lado a otro desnudo sin padres desmayándose ni abuelos con paros cardíacos. Por supuesto, evitaba las ventanas abiertas y las miradas morbosas de los vecinos.
Cerré la puerta del baño por detrás de mi y deje la toalla encima del inodoro -No se preocupen, está perfectamente limpio- Giré la perilla de la bañera de mármol y cascadas de agua brotaron de ellas. Heladas, por supuesto.
Cuando el agua estuvo finalmente lista, me metí a la bañera y me hundí por completo en esta. Aún no podía creer la clase de trabajo de niñero que había obtenido. Le había hecho uno que otro comentario a Jeongin por teléfono y él opto por cambiar de opinión. Que gran apoyo.
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Media hora más tarde me encontraba en casa de la señora Bang. Esta vez había cambiado mi tan informal ropa por algo más "elegante" llevaba una camisa blanca y sobre esta un cardigan verde, pantalones caqui y zapatos marrones, me veía más o menos decente. La señora Bang me acompaño hacia el vestíbulo principal de su casa y se sentó a mi lado en un gran sillón negro.
-Sabes Seungmin, he hablado con mi hijo sobre esto, y bueno, él realmente no está muy conforme con la idea- De nuevo estaba moviendo sus manos nerviosamente sobre su regazo-. Tal vez no fue la mejor decisión que he tomado así que...
-¡No! -Dije rápidamente. Nayeon me miró con una expresión confundida y continúe - Es decir, tal vez yo pueda ayudarlo. 《Piensa Minnie, piensa》Usted me ha dicho que es de mi edad ¿no? -Ella asintió- ¿Tiene hermanos?
-Dos. Momo y Changbin. Pero son mayores que él, ellos ni siquiera viven aquí.
-¿Lo ve? No tiene a nadie más de su edad. No quiero ofender la, pero tal vez él se sentiría más cómodo con alguien que pudiera entenderlo mejor. Podría ser su amigo - Nayeon asintió, convencida- 《Bien Minnie, tienes la UNS* asegurada》pensé.
-Tienes razón. Solo una cosa. -Ella vaciló - Chan es... bueno, él puede ser demasiado terco para alguien de su edad- Dijo mientras pasaba una de sus pequeñas manos por su cabello castaño-.
-No se preocupe. Su hijo, uh... estará en buenas manos- Intente darle mi mejor sonrisa, aunque probablemente me parecía más al gato de Cheshire de Alicia en el país de las maravillas que otra cosa. Sólo me faltaba teñirme el cabello de magenta y tendría el disfraz perfecto para halloween - Confíe en mi.
-Así lo hago. Ahora si me disculpas, tengo que ir al trabajo -Me dijo levantándose del sillón -. Deje un par de números telefónicos anotados a un lado de la cocina. Si necesitas dinero, pídele a mi hijo. Volveré a las tres.
-¡Esta bien! -Le dije mientras ella salía por la puerta principal y la cerraba detrás de ella. Miré hacia la nada por unos segundos-.
Estaba solo en esta inmensa casa.
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