No soy un héroe de fantasía

Capitulo 13: Un encuentro ilusorio

«¿ya esta listo?» pregunto Julio en su mente, miro a todos lados, pero no parecía haber ningún tipo de peligro alguno, realmente había terminado el tercer piso, había más escaleras que seguir para descender al cuarto y ultimo piso, finalmente la mazmorra estaría completa.

«Muy bien, no puedo dejar que el impulso desaparezca, debo seguir adelante mientras aún tengo motivación, además mi cuerpo se siente increíble ahora mismo»

Descendió las escaleras con facilidad, no había mucho que hacer para prepararse, la verdad Julio estaba tan motivado que no quería detenerse en este momento, bajo las escaleras y solo vio césped esta vez, había niebla hasta la altura de sus rodillas, pero las paredes a su alrededor eran de césped.

–Un laberinto, emocionante la verdad, nunca había estado en un laberinto –saco su espada y cubrió su pecho con su escudo, tenia que estar listo para cualquier tipo de evento, camino un poco mas hacia adelante entrando en el laberinto.

Todos los caminos parecían iguales, no había diferencia, era solo cuestión de suerte desde ese momento.

[Bienvenido al piso 04]

[Cruza el laberinto]

No había necesidad de mas indicaciones, solo tenia que cruzar el laberinto en una sola pieza, el paso de Julio se hizo más rápido, casi estaba trotando en el trayecto, se cruzó con algunos murciélagos de las cavernas y fueron rápidamente eliminado, también hubo gusanos de arena, pero de un color mas oscuro y mucho mas pequeños, ahora Julio sabia como exterminarlos, fue más rápido que antes, siguió su camino.

–¿Cuál es el camino correcto? –Julio miro a todos lados mientras cortaba un murciélago por la mitad dejando caer el cuerpo de este último al suelo.

Miro cinco caminos que tenia frente a él, cerro sus ojos y escogió uno al azar, entonces siguió hacia adelante.

Hubo varios monstruos en el camino y parecían haber transcurrido días, no había señales de la salida además la niebla seguía subiendo a medida que transcurría el tiempo ahora ya estaba a la misma altura que su cintura, encontrar a los gusanos de arena ahora llamados gusanos de tierra era más difícil, podían camuflarse con facilidad y su tamaño los hacia mucho mas imperceptibles. Como si lo anterior fuera poco ahora aparecían murciélagos mas grandes y esqueletos, los caminos se hacían mas angostos y la hierba de las paredes ahora tenia espinas venenosas, entre mas avanzaba mas peligroso era el trayecto, pero de alguna manera Julio tenía la extraña sensación que estaba en el camino correcto y pronto saldría del laberinto.

–Fi... finalmente –Julio tenia la piel húmeda, todo su cuerpo estaba empapado, la niebla había llegado hasta la parte superior de su cuerpo, el pasaje del laberinto era tan angosto que solo cabía su cuerpo de costado, pero aun así había salido, finalmente estaba fuera del laberinto a solo unos pasos de terminar el cuarto piso, limpio el sudor de su cara y siguió caminando para salir de la sala cuanto antes.

Al final de la sala lo esperaba la salida, un portal similar al que había usado la diosa para enviarlo al desierto.

–¿esta no es otra broma de la diosa inútil? –pregunto Julio mirado el portal detenidamente, dudaba si entrar o no, en su imaginación solo estaba el desierto, pero mirando hacia atrás estaba el laberinto, la verdad no tenia nada más que hacer, ya había pasado por tantos problemas que el desierto no parecía tan malo.

–A la cuenta de tres –se preparo mirando al portal frente a el –una –apretó su espada y su escudo –dos... –reunió todo el coraje posible y con su cuerpo erguido dijo el ultimo número –¡tres! –exclamo para correr directamente al portal.

Atravesó el portal, pero del otro lado no lo esperaba el desierto como había imaginado, sino que estaba un bosque, había césped y arboles por todos lados –lo logre... no es el desierto... ¡no es el desierto!

–¡En tu cara diosa idiota!

Julio dejo caer su cuerpo en el césped mientras reía y lloraba, era la primera vez que estaba tan contento de ver un árbol y escuchar el cantar de las aves, estaba seguro de que no era su mundo, pero al menos no estaba en el desierto como antes, ahora tenia mas oportunidades para encontrar seres vivos, humanos y quizás a sus compañeros de clase, era la mejor oportunidad que tenia tanto para volver a encontrarse con la diosa como para volver a ver a su abuelo.

–Seguramente ellos deben ser famosos, son los héroes después de todo –Julio se levantó del suelo, tenia un objetivo, no había tiempo para descansar –debo encontrarlos, alguien debe saber la ubicación de los héroes.

Recogió la mochila del suelo y la puso en su espalda una vez más, reviso que todo su equipo estuviera intacto, una vez todo estuvo comprobado fue tiempo de emprender camino entonces escucho una voz familiar.

–Julio –llamo la voz obligando al joven que diera la vuelta.

–presidenta –fue lo primero que vino a la mente de Julio al ver a su joven compañera de clases una vez más, ella estaba exactamente igual a lo que recordaba excepto por una gran armadura plateada que protegía cada rincón de su cuerpo.