Capítulo 20

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En ese momento, el mundo ardía por todos lados. Las personas habían muerto, y Niall tenía importantes noticias.

La primera era que solo muy pocas personas llegaron al paraíso, y la segunda era que Harry y Louis por fin habían reaccionado completamente.

Ambos chicos habían sentido la sensación de morir, pero luego se mantuvieron dormidos durante tres días sin reaccionar en lo absoluto mientras las manchas en sus cuerpos desaparecían poco a poco.

Niall había tocado la puerta de la oficina de Maddie, pero no había sido abierta luego de unos largos minutos.

Era tarde por la mañana, lo cual era extremadamente raro. Maddie cerraba la oficina durante las noches, pero por la mañana siempre estaba abierta. Y en ese momento, estaba malditamente cerrada.

Se alejó del lugar pensando en que sería muy raro el hecho de que la rubia siguiera durmiendo. Comenzó su camino hasta llegar al paraíso, y finalmente sonrió al mirar a lo lejos el camino completo de girasoles que había en el lugar. Su sonrisa se hizo más clara cuando observó a un hombre alto de ojos miel y cabello castaño, con sonrisa amigable y a otro con cabello negro y ojos cafés.

—¡Nos tenías olvidados, amigo! —dijo Liam a forma de queja.

Niall soltó una risa. —Lo siento, he estado ocupado.

—¿El papel de Dios te queda demasiado grande o qué? —se burló Zayn, quien recibió un golpe de broma por parte del rubio.

—¿Puedo ver a Anne? —preguntó cambiando el tema.

—¿Otra vez? ¡Siempre vienes a verla!

—¡Zayn, por favor! Me gustaría hablar con ella. Hace días que no vengo y es justo que ella sepa algo.

—Oh, es sobre...

—Lucía, sí. —interrumpió el rubio.

Liam puso una mano sobre el hombro del otro chico, y tan solo asintieron al entender la situación.

—No les prometo quedarme luego de ver a Anne. Harry, el niño que cuidaba antes estuvo un poco delicado y estoy seguro que querrá levantarse sintiéndose débil todavía. Necesito volver para asegurarme de que todo estará bien. —mencionó avisando su ausencia.

—Tranquilo, Ni. —dijo Liam con una sonrisa. —Entendemos tu nuevo puesto, cualquier cosa, nosotros seguiremos de este lado.

El otro asintió con una pequeña sonrisa y se alejó. Comenzó a caminar entre los muchos girasoles que había, hasta que finalmente pudo encontrarse con muchos niños jugando y corriendo por el lugar.

Se sintió triste pensar que, durante la presencia de Yahvé, Harry no había podido disfrutar de eso; y pensaba en Louis, quien también había vivido aislado todo el tiempo.

Observó un árbol hermoso, y como siempre, la mujer que buscaba se encontraba vestida de blanco con su cabello largo y castaño atado en un moño ordenado. Había niños a su alrededor mientras ella sostenía un libro entre sus manos, compartiendo muchas risas de los demás, se mantuvo en eso hasta que escuchó algunos pasos frente a ella.

—¡Dios Santo, Niall! —exclamó con felicidad. Se puso de pie aventando el libro a un lado y lo abrazó sin pensar. —¡He extrañado ver tu rostro por acá!

—Hola, Anne. —saludó con una sonrisa alejándose del abrazo. —Vengo de visita rápida. Como eres la única mujer en todo el paraíso que viene a jugar con los niños, me parece justo venir a decirte que ya no debes ir a convencer a Lucía de venir aquí.

—¿Qué? —preguntó con un semblante triste. —¿Se desvaneció? —Niall asintió. —No puede ser, mi niña...

—Fue doloroso, pero fue lo mejor. Más que nadie, lo sabes.

Redeemer || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora