━━ Demons love | Ni-ki

🥀 15 | TRAVEL

Las noches de luna llena eran muy peligrosas para Riki más si no se alimentaba, lamentablemente está era una de ellas.

Riki y Levana habían llegado a casa de los Min.

La chica había tomado una ducha para poder dormir más tranquila -bueno eso era lo que ella pensaba-.

Riki perdió el control desde que olió ese perfume de fresas que tanto extrañaba, con una sonrisa observo todos los movimientos de la rubia, cerro sus ojos pensando en lo que podría pasar.

Se acercó a la chica pasando sus manos frías por debajo de la blusa ajena, escuchando un leve quejido en respuesta. —Estas borracho ¿Verdad?— Riki ignoro la pregunta y acarició la piel de Levana.

Ella sentía que las llamas la estaban consumiendo, esto era peor que las drogas, el toque se sentía tan que bien que dolía.

—Estoy en mis cinco sentidos y no me te dejaré como la otra vez—,—Bueno si estás dispuesta—.

Levana trago saliva se estaba poniendo nerviosa.

—¿Qué pasaría si te dejo hacerlo?—

—¿Seré un...?—

Antes de terminar una de las manos de Riki se dirigió a su boca rozando levemente su labio inferior.

—No te voy a poner en peligro eres la cosa más preciada en mi vida—

Levana sintió sus mejillas arder, le gusta mucho este Riki coqueto y romántico.

Paso sus manos sobre el cuello de Riki y lo beso.

Era un beso suave, se estaban acostumbrando a los besos suaves que demostrarán todo lo que sentían. Poco a poco ese beso subió de nivel con el aumentando las caricias por parte de Riki.

Ambos estaban en la cama, Ni-ki encima de Levana, los dos estaban disfrutando cada detalle.

El pelinegro bajo sus besos a la zona del cuello de la chica comenzando a dejar chupetones que serían visibles mañana, con cuidado saco sus colmillos rozandolos con la piel blanquecina de Levana.

La misma soltaba leves sollozos por el ardor que le generaba los toques de Riki.

—Te amo y por eso quiero que todos los sepan, no me importa lo que esto conlleve pero quiero que todos sepan que tú eres mía y nadie podrá tocarte, besarte, abrazarte—

Clavo las puntas de los colmillos escuchando un sollozo, Levana busco calor y agarro fuerte la mano de Riki. Ella dio un apretón para que el pelinegro clavara sus colmillos completamente comenzando a sucionar la sangre de aquel cuello.

Levana soltó lágrimas pero tenía a la persona que amaba con ella.

Una vez que Riki termino lamió la herida y limpio esas lágrimas.

—Te amo demasiado Riki— dijo Levana para quedar dormida en el pecho del chico.

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Levana despertó en lugar muy extraño, parecía una celda de una cárcel pero las paredes eran de un material que no se podían atravesar.

Analizó todo y se dio cuenta que no estaba en la tierra. Observó afuera de la celda y vio a un demonio, uno de verdad. Debería estar soñando.

—Llamenla quiero que vea cómo sufre— escucho una voz grave y seguido ese guardia demonio acato la acción.

Tenía unas esposas cubriendo sus muñecas y le ardían.