Dos bandos opuestos viven en una disputa por el territorio de Seúl, por un lado está la Mafia liderada por Kim NamJoon quien pronto heredará su puesto a su hijo. Del otro lado está Moonlight, la pandilla más violenta y poderosa de Seúl, esta lidera...
Jungkook acababa de entrar al High school, su padre decidió enviarlo a estudiar con otras personas después de estudiar en casa. Al primero que conoció fue a Kim Taehyung quien poseía una actitud que llamó demasiado la atención de Jungkook. Ambos de dieciséis años parecían tener talento para todo, sin embargo fue cuando Taehyung visitó la casa de Jungkook que se percató que habían más cosas que los unían. Los dos eran hijos de la mafia, con una herencia de sangre y un futuro igual. Taehyung adoraba su vida, admiraba a su padre y si familia, seguir sus pasos era su sueño además su personalidad retorcida solo sería feliz en ese mundo.
Todo lo que deseaban lo tenían y cada día su amistad era más cercana, pese a que ambas familias no estaban en buenos términos, además Gong Yoon, padre de Jungkook sabía que le era imposible tocar a un Kim, pues sería la muerte para su imperio en Busan.
Taehyung y Jungkook tenían mucha diversión pues eran adolescentes en pleno descubrimiento de sus cuerpos y emociones. Sin embargo, fue en una ocasión mientras Taehyung realizaba una tarea junto a Jungkook que los conocieron. Sucedió que mientras realizaban el informe una música estruendosa se escuchó por toda la casa, Taehyung odiaba el ruido y bajó seguido de Jungkook quien ya se imaginaba quien era el causante.
— Amo Jungkook, disculpe la música... Mi hermano tiene compañía.
— Hyo, no soy yo quien está molesto... — dijo Jungkook observando a su amigo quien se dirigió a la habitación del mencionado. Pero Hyo se interpuso, Taehyung arqueó una ceja.
— No se acerque a él, yo hablaré con él para que le baje a la música.
— Nadie puede decirme qué hacer, así que apártate o no creo que puedas seguir sosteniendo una arma.
Taehyung avanzó junto a Jungkook este vio a alguien correr hacia el jardín y algo le llamó la atención. Se desvió y cuando iba saliendo al jardín lo vio saludando hacia la ventana donde el hermano menor de su guardaespaldas le correspondía.
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Era una completa belleza, sus mejillas abultadas y sonrojadas por el sol, su cuerpo perfecto y su eyes smile. Se acercó quitándose su camiseta, mostraba su cuerpo bien formado y su tatuaje en el hombro. El joven al verlo se sonrojó, pues su amigo el había hablado del hijo del dueño, quiso salir, pero Jungkook ya estaba a su lado arrinconándolo.
— No sé si tus conquistas aman esto, pero es muy atrevido para mi gusto.
— Yo no tengo conquistas, vienen solos y solas, pero tú mereces toda mi atención.
— ¡Eh! Eres de la mafia... Eso es peligroso y yo... no soy...
— Dime tu nombre dulce Mochi.
— Jimin, Park Jimin.
Jungkook vio su sonrojo y se acercó a él, pero este se hundió en el agua nadando hacia el otro extremo. Jimin salió y Jungkook se quedó sin aliento cuando vio aquellos glúteos tan exquisitos, Jimin lo observó y le dijo.
