Dante pasaba entre la multitud a toda prisa.
—¡¿Qué está pasando aquí?! —gritó, al ver a Jayden tirado en el piso inconsciente y llenó de sangre.
—También quiere que le des una lección Fred —exclamó un hombre calvo, dirigiéndose al dueño del bar, quien miraba a Dante con recelo.
—¿Es tu amigo? —preguntó el barman.
—Es mi hermano —respondió, apretando los puños.
—¿Tú me pagarás la cuenta? —preguntó, con el rostro rojo por la sangre.
Se dio cuenta que no era normal que alguien estuviera tan molesto solo por una cuenta. Era el virus, ese virus lo llenó de odio. El V.M.A podía aplicarse en cantidades pequeñas, dejarte con un poco de sentimientos buenos o erradicar por completo los sentimientos de amor y dejarte solo lo malo, como lo habían hecho con él.
—Me parece que usted ya cobró. —Señaló a Jayden con la mirada—. Déjeme pasar, está sangrando.
—Por mí se puede morir, quiero que alguien me pague la cuenta y si usted no lo hace, entonces me seguiré cobrando con él —refunfuñó el Barman, dándole una patada en las costillas a Jayden.
—Si no me deja pasar le aseguro que su vida terminará aquí —exclamó, apretando la mandíbula.
—¡Dante! —gritó Jaylen entrando al bar y viendo la situación.
—Llévalo al auto —ordenó Dante.
—Creo que esto se arreglará contigo —dijo el barman, listo para otra pelea.
Jaylen se quedó pasmado al ver a su hermano. Lo levantó y lo llevó al auto.
El barman intentó pegarle a Dante en la cara, pero su estatura no lo dejó alcanzarlo y Dante aprovechó para tomarlo del brazo y girarlo de tal manera que quedará torcido, el barman gritó de dolor. Los meseros intentaron defender a su jefe, pero solo consiguieron que los hirieran. Dante tenía una sonrisa en el rostro y los ojos de maniático. El barman estaba casi inconsciente, pero Dante no podía parar, lo puso de rodillas y le rompió el cuello, mientras sentía otra vez toda la oscuridad introducirse a su alma. El bullicio de las voces se detuvo, el viento dejó de soplar y lo único que se escuchaba era la respiración agitada de Dante, toda la multitud dirigió su vista a hacia él y comenzaron a salir del lugar de forma tranquila.
—¿Qué paso?, ¿por qué todos están saliendo? —preguntó Jaylen aturdido —¡Dante! ¡¿Qué hiciste?!
—Lo maté —habló con la mirada fija a la carretera, apretaba tanto el volante que sus dedos estaban blancos, la sonrisa se le había borrado, pero sus ojos aún parecían de lunático.
—¡¿Qué?! —preguntó, con el corazón casi fuera de su pecho—. ¡¿PERO QUE TE SUCEDE?! MANEJA MÁS RÁPIDO, NOS PERSEGUIRÁN, IREMOS A LA CÁRCEL —chilló.
—¡Cierra la boca Jaylen, deja de hablar, por favor, no puedo... solo deja de hablar!
—¡Si alguien nos encuentra, te das cuenta de que conocen nuestros rostros!
—Nadie nos hará nada, ahora no me hables hasta que estemos en casa.
***
Karel no podía dormir pensando en que Jayden ya había tardado más de lo normal, bajó a la cocina y agarró unas barras de cereal, preparó té y se sentó en la mesa. horas más tarde comenzó a escuchar voces afuera.
—Abre la puerta, rápido —dijo Dante.
Karel vio a Dante con un golpe en la mejilla, llevaba a Jayden en sus brazos. Jaylen venía tras ellos aturdido. Dante puso a Jayden en el sillón y subió corriendo las escaleras.
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LA CIUDAD FRÍA {TERMINADA}
Teen Fiction-Karel, las emociones no se van del todo. Es verdad que no siento amor, compasión, tristeza y todas esas cosas que solo te vuelven vulnerable, pero en cada ser de esta ciudad hay un vacío que es imposible llenar, es como cuando. -Le dio una calada a...