- Señor Jimin - saludo la señora Kim, la ama de llaves de la casa de sus padres, una mujer que habia estado en la familia desde que tiene memoria, ella aseguraba haberle cambiado los pañales, él trato de sonreír, pero sólo fue un gesto leve y fuera de sinceridad.
- Vine a ver a mis padres - le dijo.
- ¡Oh dios! - exclamó ella después de escucharlo - usted no tiene que explicarme nada, esta es su casa.
- Gracias - le dio un beso en la frente a la mujer y se dirigió rápidamente a la oficina de su padre, el hombre que contaba con varias arrugas y canas pero que aún se veia en forma estudiaba en su computadora, pero lo sintió llegar y puso su atención en él.
- Por tu cara supongo que algo ha pasado, no por nada finalizaste la fiesta de repente, estoy seguro de que mañana habrán notas y muchos rumores en la revista, pero bueno - el hombre se quitó los lentes y los colocó en su estuche - eso sólo significa que has peleado con Jeon, nunca me agrado el sujeto que se llevó a mi bebe de mis manos sabes, ¿Qué hizo?
- ¿Por qué estás tan seguro de que fue él quien hizo algo? - Jimin camino hasta pararse frente a su escritorio, pero no se sentó en la silla.
- No hay forma de que tu hagas algo que a él no le guste, te tiene en la palma de su mano - suspiró el hombre - mientras seas feliz no me importa, ¿hay algo que quieres contarme?
Y ahí estaba el hombre que a pesar de tener montañas de trabajo siempre dejaba un espacio para hablar con él, su padre, su héroe de toda la vida.
Tomó aire y apretó el respaldo de la silla con sus manos - Jungkook, él, tiene un hijo con otro hombre.
La cara de su padre era incertidumbre pura.
- ¿Qué has dicho? - le preguntó levantándose de su asiento.
Jimin dio la vuelta al escritorio para abrazarlo y hundir su rostro en su pecho, necesitaba su consuelo - Él me ha engañado con otro papá - lloró fuerte apretando la camisa de su padre entre sus manos.
- Por dios jiminnie, mi Minnie dime que es una broma.
Negó con la cabeza una y otra vez - Me engaño e incluso tienen un hijo, un niño de cinco años, sabes que es lo peor, que es un hombre muy guapo, un hombre guapo y un niño que es su primogénito, ¿cómo puedo competir contra eso?
- Un primogénito.
- Sí papá y yo me siento tan mal, me duele mucho y no sé explicar que, ¿qué pastilla puedo usar para curarme?
- Voy a matar a ese idiota - Park apretó los puños - no puedo creer que te hiciera esto.
- Me quiero morir - lloró más fuerte - me quiero morir porque lo sigo amando, porque no puedo dejar de pensar en él, le he dado mi vida entera, supe que nos casariamos desde los cinco años y lo di todo para nunca se rompiera nuestro compromiso.
- Jimin te apoyaré en todo lo que decidas de ahora en adelante, no me gusta verte llorar, se me parte el alma.
Acarició su cabellera azabache como lo hacía cuando Jimin era un niño, incluso cuando creció lo seguía haciendo porque para él siempre sería su pequeño así tuviera más de treinta años.
Su niño consentido.
Yoona entró a la oficina interrumpiendo el momento, se cruzó de brazos - Jungkook me llamó, quiere que te convenza de que regreses a tu casa.
- Por supuesto que no - exclamó su padre - ese imbécil ha jugado con nuestro hijo, lo ha lastimado.
Yoona lo ignoró - Te daré tiempo para que pase el dolor pero tienes que regresar.
- No, no voy a hacerlo - Jimin negó - voy a pedirle el divorció.
- No lo harás, no vamos a dejar que ocurra un escándalo ni dejar que caigan las acciones en la empresa, irás con él y no sé cómo le hagas, le ruegas, te acuestas con él, pero vas a convencerlo de no registrar a ese niño, tu hijo debe ser su primogénito un bastardo no.
- Así son las cosas Jimin, la vida no es color de rosa y tú - se dirigió a su esposo - no tienes derecho de decir nada, el Karma existe - les dio una fría mirada a ambos y se retiró.
- ¿Estoy causando problemas verdad? - pregunto Jimin bastante cansado.
- Olvida eso Minnie, sólo piensa en ti, en lo que quieres y lo que creas mejor yo te apoyare.
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Traición [ kookmin ] SIN EDITAR
Fanfic| Jimin vive en un cuento de hadas, con el esposo perfecto y la vida perfecta, pero todo se viene abajo y la realidad le da una cachetada para hacerlo poner los pies en la tierra, cuando, mientras celebraba el aniversario de una década de casado, un...