Mí Príncipe Azul

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  (Capítulo 6)


/🔞 El siguiente capítulo contiene lenguaje adulto, escena de sexo explicito y algunos comentarios pueden resultar ofensivos dependiendo la mente de cada lector, se recomienda discreción y queda bajo  responsabilidad de cada uno continuar con la lectura 🔞/

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La bella joven se removía plácidamente, sus ojos comenzaron a picar por un pequeño destello proveniente de las costosas cortinas de aquella nueva habitación para ella.
Abrió lentamente sus párpados y sonrió complacida al ver qué se encontraba sobre el fornido cuerpo de su amado.
Se mordió los labios al recordar lo que habían hecho la noche anterior, en el comedor y comprendió porque se econtraba en aquella habitación y no en la de ella.

El aún no había despertado estaba profundamente dormido, con su cabeza echada hacia un lado mientras hebras de su cabello plateado caían en su frente y con sus brazos la sujetaba.
Kagome sentía sus senos chocar contra la suave y cálida piel del platinado, su mayor premio.
La joven apoyo su pequeña cabeza en el denudo pecho del ojidorado y por unos momentos cerró sus ojos, permitiéndose escuchar el latir del corazón de su hombre, si él era suyo y Siempre lo había sido.

-- He esperado esto , por tanto tiempo --

Se repetía en la cabeza que estos 7 y horribles largos años había valido la pena cada maldito segunda de su vida.
La ojiazul acariciaba su nivea piel con las yemas de sus finos dedos mientras lo observaba dormir, se deleitaba con las perfectas facciones del hombre a quién había bastado una sola vez en verlo para saber que él, sería solo de ella, el tiempo que había esperado para hacer su sueño realidad y ser de él, había llegado, chillo por lo bajo de alegría y beso suavemente su varonil mentón.
Le ecantaba, le fascinaba, lo adoraba y millones de sentimientos más, que guardaba con recelo y astucia, nunca pensó que su objetivo se cumpliría, muchos menos imaginar que podría haber llegado tan lejos con su plan, sonrió maliciosamente ante tal pensamiento y recordó precisamente el momento en donde se prometió que el hombre que tenía bajo su cuerpo, sería solo de ella.

( Flashback)

La familia Onnigumo había sido invitada a un gran evento en donde solo gente de alto poder adquisitivo asistía.
Aquella noche, la Señora Naomi de Onnigumo había enfermado y el malestar era tan grande que le había impedido asistir a aquella celebración, en donde , Naraku, su esposo y Kagome su pequeña y única hija habían emprendido viaje.

La pequeña kagome contaba con 10 años de edad, una niña hermosa, risueña y alegre quien rendía devoción por sus padres y estos por ella.
Para Naraku la única mujer que realmente amaba y adoraba su hija, su espejo, sangre de su sangre.
La única y legítima heredera fruto de él y de su esposa.
Adoctrinada a su semejanza.

Kagome con tan solo 10 años hablaba 12 idiomas, era una niña astuta, perspicaz y su inteligencia estaba muy por ensima de la media.
Era la combinación perfecta de ambos progenitores, su rostro era de un ángel, con sus bellos ojos azules que dejaba admirado a todas las personas por lo hermosa que se veía siendo tan solo un inocente ser de corta vida.

Tenía una pureza y un alma bondadosa y una astucia que no correspondía para su corta edad , ni para su otra mitad, ella tenía sangre Onnigumo, digna hija de un hombre tan malvado como bello.

Aquella noche el hombre de cabellos negros intensos emprendió viaje junto su pequeña consentida.

_ Te ha gustado el vestido, mí niña?__ preguntó, el atractivo hombre estirando su mano para acariciar unos lacios azabache cabellos iguales a los de él.

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