La chica del laberinto (Thomas, Minho y tu)

Capítulo 1

|Narra Halley|

Abrí los ojos despacio. Al abrirlos me encontré rodeada de paredes de piedra con hiedra increíblemente altas. El suelo estaba condenadamente frío.

Me dolía la cabeza, era como si me estuvieran clavando agujas en el cráneo. Lo que más odiaba de todo, no recordaba absolutamente nada. Tenía un jodido muro negro en mis recuerdos, manchas que ocultaban cada una de mis memorias. Solo recordaba dos cosas: Halley, Mikey y eres una chica.

¿Qué narices se supone que me sirve eso?

Tu nombre es Halley. Pero dirás que te llamas Mikey. Fingirás ser un chico.

Eso fue todo lo que dijo aquella voz en mi cabeza. Vale, recuerdo mi nombre; Halley. Pero se supone que a las personas que me encuentre les diré que me llamo Mikey y que soy un chico. Miré por debajo de mi camiseta, llevaba una faja de color carne que impedía que mis curvas se vieran y que mis pechos no fuesen visibles.

Pero hay un problema.

Estoy tirada en un pasillo, confundida y dolorida. No sé donde estoy. Estoy perdida. ¿Cómo narices voy a encontrar a esas... personas que la voz me ha hablado?

Me froté las sienes, me estaba estresando demasiado. Oí un ruido metálico y levanté la vista para encontrarme el ser más horroroso que jamás había visto en mi vida. Era viscoso y con grandes pinchos de metal sobresaliendo del cuerpo. Me levanté con torpeza, cada latido de mi corazón taladraba mi pecho. Estaba asustada y la adrenalina me impedía pensar con claridad. Cerré los ojos y apreté los puños, esperando mi muerte. Pero algo o alguien me abrazó por la cintura y me levantó hasta que mi vientre estuvo encima de un hombro, mi vista era una sudorosa espalda. Fantástico.

-Este gilipullo pesa menos de lo que me esperaba...- Oí susurrar al desconocido.

-¿Me estás llamando gord...o? -Por poco le hago saber que soy una mujer.

Me cargó un buen tramo en su hombro hasta que pude ver las paredes de hiedras por fuera, el suelo de piedra se transformó en una explanada verde. Este sitio me resultaba familiar y no sabía el por qué. No lo recordaba, genial.

El chico me lanzó contra el suelo con fuerza, el dolor que sentí fue breve pero doloroso.

-No te había visto en mi vida- Dijo examinándome- Si fueses un verducho... No es posible. Hubieras llegado por la caja.

¿Verducha? ¿Caja? ¿Lol? Me he perdido. Pero al final pude observar con cautela al chico. Era asiático y de ojos marrón oscuro. Cabello negro y piel blanca. Guapo sería decir poco.

-Me llamo Mikey- Dije.

-Como si me importara- El chico se encogió de hombros.

Suspiré.

Mira tus bolsillos- Me dijo la voz.

Automáticamente obedecí, rebusqué hasta tocar con las yemas de mis dedos un papel. Lo saqué y el chico me lo arrebató.

-¡Imbécil! -Le grité encarandolo.

El me ignoró y leyó la nota en voz alta.

-Esta vez lo hemos enviado a través del laberinto, pero solo esta vez-Pareció empalidecer.

Pronto llegó un chico moreno, otro rubio y uno con unas cejas muy graciosas. El asiático les entregó la nota.

-¿Qué se supone que significa Minho? - Comentó el rubio.

-¿Crees que lo sé Newt? -Respondió Minho.

-Me llamo Mikey- Repetí.

-Cállate pingajo- Este fue el de las cejas.

El moreno -que parecía el líder- le golpeó en el hombro.

-Gally no seas un cara fuco con los judía verde- Dijo el negro.

-Si señorita Alby- Respondió haciendo caras raras.

Aquello fue demasiado para mi y no pude evitar soltar una risita.

-¿De qué te ríes cara fuco? -Este fue Gally.

Apreté los puños y quedé cara a cara con el chico. Le empujé.

-Escúchame imbécil, tú a mi me respetas ¿lo entiendes? -Le señalé- Y si no te gusta, te vas a llorar nenaza.

Los otros tres chicos me miraron con sorpresa y Gally con odio. Pero fue algo que no pude evitar. Ese es mi carácter.

-Me agradas gilipullo- Comentó Newt- Tienes un buen par.

¿Un buen par? De tetas ¿verdad?

Olvídate de Halley, concéntrate en Mikey. Recuerda, por muy chica que seas, más te vale fingir que eres un hombre.

De acuerdo Halley, ¿o debería decir Mikey?

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Primer capítulo :D

¿Qué opinan? Espero que les guste.

Besos

Miredeca