|Narra Halley|
Mi cerebro comenzó a recordar imágenes perdidas de mi cabeza. Millones de recuerdos iban y venían, como si alguien los hubiese retenido hasta al fin dejarlos libres. Las palabras de Ben rondaban dentro de mi cabeza, por no hablar de las cosas que la mujer me había dicho. Cerré los ojos con fuerza y me tiré de rodillas al suelo, tapándome los oídos, tratando de que aquella información se detuviese pues, el dolor que me estaba produciendo era insoportable.
<<Hoy llegará Thomas, prepárate>> -Interrumpió de nuevo la señora.
Grité para intentar que la voz de la mujer desapareciese de dentro de mi cráneo. Unas manos firmes me separaron las manos de las orejas, entreabrí los ojos para ver a un Minho preocupado, rodeado de miradas asustadas. Pero el dolor era mucho más fuerte y yo no era capaz de soportarlo, finalmente dejé que la oscuridad me consumiera.
Había una niña pelirroja -seguramente yo- sentada en un banco blanco, rodeada de árboles artificiales. A su lado, había un niño castaño y sonriente. Ambos parecían tener la misma edad, cerca de los trece años.
-¿Crees que nos recordaremos una vez no envíen? Preguntó el niño, rompiendo el silencio.
-Nos harán recordarnos -Respondí- De todas maneras, no sería capaz de olvidarte.
El niño sonrió y la dio un tierno beso en la mejilla. Ambos se levantaron cuando una mujer, vestida con un ceñido traje blanco y su melena rubia recogida en un moño entró. Se arrodilló al frente de mí y sonrió.
-Halley, es la hora de que diseñes el Laberinto -Me explicó- Recuerda que es por el bien de la humanidad.
La niña asintió no muy satisfecha por lo que acababa de decir la mujer.
-Y recuerda siempre ¿que...? -La mujer inclinó la cabeza para que fuese yo la que prosiguiera.
-CRUEL es buena -Finalicé.
Desperté gritando y mirando hacia ambos lados. No había nadie en la habitación donde me encontraba. Me incorporé con un gruñido, apoyando la espalda en la cabecera de la cama. Me froté las sienes con las palmas de las manos y miré a mi alrededor. El dolor había desaparecido al completo, sin dejar rastro de lo ocurrido anteriormente. Me levanté de la cama y me dirigí a la única ventana de la habitación, me asomé colocando las manos sobre el sucio cristal y impactando mi nariz contra la fría superficie. Entrecerré los ojos para poder ver mejor, había una persona que me resultaba un tanto desconocida. Era un chico moreno de unos dieciséis años que charlaba con Newt. Tardé unos segundos hasta que el nombre me vino a la mente.
-Thomas -Dije en voz alta.
Salí de inmediato del cuarto, evitando a las personas que intentaban detenerme. Me dirigí con paso apresurado fuera de la Hacienda hasta que vi, a lo lejos, al tal Thomas que me rondaba por la mente. Cuando llegué hasta su posición, ya se había quedado solo.
-Thomas -Lo llamé, haciéndolo sobresaltar.
El chico se giró sorprendido, seguramente de ver a una chica. Al girarse lo pude ver mejor, era un chico realmente guapo y de buen cuerpo. Nada parecido al niño de mis recuerdos.
-¿Me-Me conoces? -Preguntó atragantándose con sus palabras.
-Sí -Asentí- ¿Tú a mí?
Thomas me miró con los ojos entrecerrados, examinándome con la mirada. Yo sabía que me tendría que conocer ya que, según esos extraños sueños, nos conocíamos antes de llegar aquí.
-Me resultas familiar -Admitió y sin saber por qué, sentí una punzada de decepción, como si quisiese que me recordara.
-Soy Halley -Le extendí la mano.
-Creo que no hace falta que me presente -Se rió y no tardé en acompañarle- ¿De qué me conoces?
-Bueno, a veces recuerdo algunas cosas. Y tu apareces en ellas -Me señalé la sien con el dedo índice- Eramos amigos o algo parecido.
El chico sonrió al oír la palabra amigos.
Nos pasamos la tarde hablando y entablando una amistad. Sentía la sensación de comodidad y alegría al estar con aquel chico. No podía parar de sonreír cada vez que charlaba con el y era extraño. Ambos habíamos coincido en que nos conocíamos y, sinceramente, me alegraba saber algo más de mi pasado.
Minho entró por la puerta de la Hacienda, golpeándola contra la pared y haciéndola rebotar. Traía cara de enfado y estaba con el ceño fruncido, dirigió su mirada hacia Thomas y yo y después, entrecerró los ojos, había un profundo odio.
-¿Qué le ocurre? -Preguntó Thomas con miedo en su voz.
-Habrá tenido un mal día -Intenté sonar indiferente, pero me fue imposible- Supongo.
Después de aquella charla, me fui a dormir. Alby me asignó la misma habitación que Minho, pues creía que necesitaba vigilancia al haber ocurrido aquella escena en la habitación de Ben.
La habitación que compartíamos era realmente simple, solos dos camas -de estructura metálica oxidada- y una mesa de noche para cada uno. Al entrar, Minho estaba tumbado en su cama, con las manos apoyadas en su estómago y mirando al techo. Me acerqué a el preocupada.
-¿Ha ocurrido algo en el Laberinto? -Le pregunté, con cierto temor en su voz.
-No es eso -Respondió de una manera ruda.
-¿Entonces?
-Temas personales -Respondió con un tono de voz que indicaba molestia, me senté a pie de la cama y respiré hondo- ¿Qué haces, gilipulla?
-Estás enfadado conmigo -Lo que creía que iba a ser una pregunta, se transformó en una afirmación.
-No es... -Hizo una pausa y gruñó de frustración- ¿Te puedo hacer una pregunta?
-Claro -Le hice una señal con la mano para que siguiera adelante.
-¿Qué te parece el nuevo verducho? -Preguntó- Tanto de físico como de personalidad.
-En cuanto a la personalidad... Es simpático, amable, gracioso, dulce... -Me dí cuenta de que estaba pasándome- Y de físico... bueno pues, es guapo.
-¿Te gusta? -Volvió a preguntar.
-¡¿A qué viene todo esto, Minho?! -Le alcé la voz, me estaba comenzando a confundir.
-¡Foder, Halley! -Me alzó la voz aún más- ¿Es qué no te das cuenta?
-¿Cuenta de qué? -Pregunté con tono sarcástico.
-¡De que me gustas! -Alzó las manos al aire, y después me miró fijamente, esta vez más calmado- Estoy enamorado de ti, Halley.
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¡Hola!
Nuevo capítulo, espero que las haya gustado. Ya ha aparecido Thomas *-* Por cierto, Halley lo llamará Tomate xD Ya veréis por qué.
Dejad en los comentarios vuestra opinión y si queréis que cambie algo, siempre ayuda ;) También quiero que me comentéis si sois #TeamMinho o si sois #TeamThomas .
Un enorme abrazo.
Miredeca.
PD: Dentro de nada maratón por la 1000 visitas, muchas gracias.
(Ahora mismo son las 1:21 en mi país, no tengo nada de sueño :O)
ESTÁS LEYENDO
La chica del laberinto (Thomas, Minho y tu)
FanficElla no fue enviada por la caja, sino por el Laberinto. Todo lo que recuerda es que debe ser un chico. Pero, dos chicos entraron en su vida. ¿Logrará cumplir su objetivo?