Borró Cassette | Jenlisa

Capítulo 11

Pov Lisa [⛓️]

—¿De qué lado quieres dormir? —pregunté quitando los cobertores de la cama y acomodando las almohadas.

—Encima de ti —respondió sin ningún pudor. Mi miembro tembló feliz al escucharla.

—Jennie... —regañé en señal de advertencia.

—Derecho —respondió divertida sin dejar de sonreír.

—Como que el golpe ya no te afecta tanto ¿No crees? —pregunté irónica y ella soltó una carcajada.

—Realmente no, ahora que estás encerrada aquí conmigo me siento mucho mejor.

El tono de su voz era ronco y sensual, pasó su mano por el pelo y lo dejó caer en su hombro izquierdo como una cascada.

—Muy graciosa.

Me recosté en la cama acomodándome hasta la orilla, prefiero caer al piso a mitad de la noche antes que caer en la tentación provocativa llamada "El cuerpo de Jennie Kim".

—Lisa —me llamó.

—Dime.

—¿Tendrás una camiseta que me prestes? Es que mi camisón lo dejé en tu casa.

A mi mente pasaron las imágenes de Jennie con su Baby-doll seduciéndome mientras se lo quitaba de su cuerpo y me costó trabajo pasar saliva.

—¿No trajiste ropa? —pregunté y ella negó.

—Casi nada, no me dio tiempo, ya sabes por qué.

Claro, su madre gastó todo el tiempo en golpearla y seguramente agarró lo primero que vio en su armario y lo echó a su bolsa. Ahora entiendo por qué llegó con el tiempo corto a la estación.

—Agarra lo que quieras —respondí.

Lo que no me esperaba era que Jennie comenzará a desnudarse enfrente de mí sin dejar de mirarme.

—¡Jesucristo! —grité tapando mis ojos con mi almohada.

—No actúes cómo si fueras inocente, te recuerdo que mis bragas no fueron lo único que rompiste anoche.

¿Acaso ella siempre me va a recordar como rompí mi propia cama?

—Cállate.

—Cállame —retó.

"A besos" sugirió mi conciencia.

Ya no puedo con esto, si no va a comportarse mientras estoy aquí no creo poder quedarme.

—¿Sabes qué? —habló— Creo que dormiré sin nada, tengo mucho calor.

¡No! ¡No! ¡No! ¡Oh Dios!

Me quedé estática cuando Jennie se recostó en la cama boca abajo y se aproximó a mí quitándome la almohada de la cara.

¡¿Cómo demonios se supone que duerma cuando esta chica no coopera en nada?!

—Okay, me voy al sofá...

—¡No! —Una de sus piernas subió hasta mi cintura y recostó su cabeza en mi pecho— Quédate conmigo, Lili. Lo prometiste.

Un sonido afuera de la habitación resonó en toda la cabaña, era un celular.

—¡Mierda! —gritó Jennie y salió de la cama de golpe.

Debo admitir que verla correr desnuda me dio un poco de risa.

La cabaña era relativamente pequeña, sólo contaba con una pequeña sala de estar, una cocina de miniatura, un baño completo y la habitación principal así que no me fue difícil alcanzar a escuchar a Jennie al teléfono.