Desde que somos niños empezamos a formar lazos con las personas de nuestro alrededor.
Taehyung y Jungkook habían formado uno desde que se conocieron. Uno que es lo suficientemente fuerte para mantenerlos unidos.
*Historia original.
*No copias.
*No...
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Viernes...
A diferencia de otros, Jungkook odiaba los viernes ya que le parecía aburrido, la mayoría de los maestros al ser el último día de la semana dejaban muchas tareas o simplemente no hacían nada.
Por eso esperaba ansioso a que el reloj marcara la hora de salida para poder ir a su casa, estar tranquilo y dormir un poco.
Cuando la campana sonó indicando la hora de salida, los alumnos se apresuraron en salir, Yoongi solo esperaba pacientemente a que Jungkook terminará de guardar sus cosas.
En el camino por los pasillo, ambos hablaban sobre cosas triviales y sobre lo que harían este fin de semana. Yoongi le comentó que visitaría a sus abuelos y que eso lo emocionaba ya que veía venir los obsequios, dulces y mimos que le darían, obtiene todo eso al ser el único nieto.
Jungkook no recordaba la última vez que vio a sus abuelos, sintió un poco de envidia por eso pero de cierto modo le alegraba ver lo entusiasmado que lucía Yoongi al contarle eso, comúnmente éste suele ser reservado y prefiere evitar el contacto físico.
El sonido del claxon los interrumpió, era la madre de Yoongi que lo esperaba desde su auto. Min se despidió dejándo casi solo a Jungkook, y casi solo puesto que a los segundos sintió el brazo de alguien rodearlo por los hombros.
—Hey.
Oír ese simple saludo le hizo saber quien era, no hay manera que no conozca esa voz.
El menor giró su cabeza para poder mirar al mayor, lo que no fue tan buena idea ya que sus rostros quedaron demasiado cerca causando un evidente sonrojo en él rostro de Jeon.
Rápidamente Jungkook volteó su cabeza al lado contrario de Taehyung, tratando de que el mayor no se diera cuenta de su sonrojo lo que no sirvió de nada puesto que Taehyung miró las orejas rojas de éste. No quería ilusionarse pero le fue imposible no sonreír ante ello.
—¿Q-qué pasa Taehyungie?
—No mucho, solo quiero invitarte a pasar la tarde conmigo —y aunque no quisiera se alejó un poco de Jungkook— ¿Qué te parece la idea?
Los planes de quedarse en casa, hacer su tarea y dormir fueron arruinados por Kim Taehyung, a Jungkook no le molesta que eso pasara, le parecía bien salir de vez en cuando para distraerse y que el mayor sea el causante de eso lo hacía aún mejor porque Taehyung es el desorden que necesita Jungkook en su vida para que todo esté equilibrado.
Caminaron sin rumbo alguno dejando que el tiempo pasara y que sus pies los guiaran a cualquier lugar, rara vez solían hacer eso, siempre tenían un destino fijo pero ahora solo se dejaban llevar por el viento.
Cuando parecía que aún no había un destino se detuvieron a comprar unas bebidas para seguir su caminata.
Llegaron a un parque en el que Taehyung había tenido esa charla con su madre por lo que fue hasta los columpios y tomó asiento esperando a que Jungkook lo siguiera para poder empezar a columpiarse.