Capítulo cinco - Nadie volverá a lastimarte

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Ese día Semine y Beatles decidieron ir juntas al centro comercial, aprovechando el hecho de que se encontraban en el centro de Múnich y además había un buen clima. Semine decidió comprar un traje de baño cuando estuvieron en una tienda de ropa. Beatles llevó una sudadera negra ya que no toleraba bien frío de las noches de Múnich.

Luego se detuvieron en el área de restaurantes a buscar algo de comer, se decidieron por McDonald's.

—Te cambio mi hamburguesa por tus Nuggets —dijo Beatles.

Semine negó riendo.

—¿Por qué ordenaste algo que no pensabas comer?

—Se veía más bonita en el cartel publicitario —se quejó.

El lugar estaba repleto de personas, algunas iban vestidas de los trajes tradicionales alemanes, por lo que las chicas sabían que eran personas que iban o habían regresado del Oktoberfest. Era la hora pico, por lo que todo el mundo salía a comer sus almuerzos. Beatles vio a una pareja de chicas con trajes típicos y pensó que sería lindo vestirse de aquella forma con Semine.

—¿Qué ves? —preguntó Semine.

—Pensaba que sería divertido vestirnos con dirndl.

—Podemos comprar los trajes si quieres, aunque no tengo mucho dinero.

—Los traje, María y yo tendemos a vestirnos con dirndl cuando veníamos con mi familia.

—O sea que ya has venido al Oktoberfest antes...

—Sí, mis padres me trajeron por primera vez cuando cumplí catorce. Claro que no me permitieron beber.

—Eso es obvio —se burló Semine dándole un sorbo a su soda.

Esa misma tarde las chicas regresaron al hotel en donde tomaron una siesta para poder mantenerse despiertas durante la noche.

Estaban Loco, Craig y María viendo a la banda que estaba presentándose en el escenario en aquel momento. María grababa tranquilamente con su teléfono en cuanto sintió que alguien le dio una palmada en el trasero, se volteó molesta pensando que había sido Terrence cuando se encontró con el rostro de un desconocido que se burlaba de su acción. María comenzó a buscar a Terrence entre la multitud, lo encontró comprando una cerveza junto a Craig.

María era una chica muy segura de sí, pero en ese momento no supo cómo actuar. Nadie está preparado para que su feliz día se trasforme en un día terrible porque un desconocido creyó tener el derecho de tocar tu cuerpo. María se sentía aterrada por lo que decidió contarles a los chicos.

Loco apretó la lata de cerveza con fuerza y se dirigió a la multitud de personas en donde buscó al tipo que María había señalado y le encestó un puñetazo en el rostro, el tipo intento defenderse, pero Terrence fue más rápido y esquivó el golpe. Un tipo entonces que estaba con el hombre que había tocado a María quiso meterse en la pelea, pero Craig lo detuvo terminando involucrado también. De repente, ya no eran dos personas arrojándose puñetazos, sino cientos de personas que se mezclaron en la pelea.

En la habitación del hotel María curaba las heridas de Terrence y las de Craig, semejante pelea los había dejado molidos. María sintió ganas de llorar al ver el ojo morado de Loco, este le acaricio el rostro para tranquilizarla.

—Estoy bien —dijo, forzando una sonrisa.

María no contestó, solo desvió la mirada para no observar su rostro herido de nuevo. Sentía que había sido su culpa, sino hubiera dicho nada todo estaría bien ahora.

Craig se levantó de la cama entonces.

—Iré a la habitación de Moon y Semine, ya regreso.

En realidad, Craig había decidido darles privacidad pues lo ocurrido no era algo que pudieran dejar sin hablar, y él entendía eso, así que en lugar de ir a la habitación de las chicas como había dicho se dirigió a los baños termales que estaban cerca del hotel. Por qué el agua le tranquilizaba.

Alguien como Semine (Versión 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora