Capítulo 20

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Lucas

¿ Cómo se supone que debía responder a eso con una panda de personas casi desconocidas para mí?

Noté como Lola le lanzaba a Alma la típica mirada de "te voy a matar".

- Ah, y dinos también quien fue la afortunada o afortunado- preguntó ignorando completamente las miraditas de su amiga.

- Alma, te has pasado- empezó a defenderme Lola.

Para que la situación no se tensara aún más, decidí intervenir.

- Lola, tranquila. Si es lo quiere, lo haré- la tranquilicé- Además, este juego es así. No podemos hacernos los sorprendidos, ¿no crees?

Sabía que mi respuesta no la había tranquilizado del todo pero por lo menos no había dicho nada.

- Entonces... ¿eres virgen o no?- preguntó Alma otra vez.

- No.

- Ummmm, queremos saber más- dijo Alma y todos estuvieron de acuerdo menos Lola que parecía algo impactada.

- No creo que haya mucho que explicar- dije.

Todos empezaron a insistir con el fin de sacarme información y, al final, con tal de verlos callados, accedí.

-  A ver, la perdí con una chica por la cual estaba loco. Se llamaba Julia- tragué saliva. Hablar de ella no era fácil y menos en esta situación. No podía parar de pensar en la fiesta y en como me enfrenté a ella- Pero es algo de lo que me arrepentiré toda la vida así que, si no  os importa, me gustaría  no hablar más del tema.

Todos me miraban con cierta pena y aceptaron mi decisión.

Los demás siguieron jugando a ese estúpido juego mientras yo me aburría al verlos hacer el ridículo contando alguna mierda que les hubiese pasado o llevando a cabo algún reto tonto que les propusieran.

Realmente no me arrepentía de haber ido a la piscina. Solo que, quizás me sentía un poco excluido en el grupito de Lola; tenía la sensación de que la única que sabía que estaba ahí era ella. Era la única persona que de vez en cuando me preguntaba si estaba bien, si tenía hambre o si me quería ir a casa, algo que, no voy mentir, se me hacía muy tentador.

Se pasaron casi una hora jugando. A mí me volvió a tocar y elegí reto.

Lo que me mandaron fue algo tonto pero simple: ponerme las gafas de sol que ahora mismo llevaba al revés durante al menos una hora.

No tuve mucho problema al hacerlo. Nadie me conocía tanto como para sentirme incómodo.

Finalmente le tocó jugar a Lola.

- Venga, ¿qué prefieres, verdad o reto?

Ella se quedó pensativa, como si estuviera estudiando la mejor opción.

Finalmente decidió verdad y todos empezaron a vitorearla. Sin embargo, en esta ocasión los orangutanes que ella tiene como amigos pensaron que sería genial que yo le hiciera la pregunta, ni siquiera querían usar el método de la ruleta- botella.

Sus argumentos eran: "Venga, que sois hermanastros y seguro que os puteáis". "Seguro que se te ocurre la mejor pregunta del mundo" o la típica: "Apostamos lo que sea a que tienes muchas cosas que preguntarle tras cinco años sin veros".

Esta gente me estaba empezando a caer bastante mal. En mi opinión, podían meterse su jueguecito de mierda por el culo.

- Oye, ya vale de mierdas. ¿No veis que el chico está incómodo?- dijo Alma. Es gracioso que me defendiera la misma persona que antes me incomodó preguntando si era virgen. Sin embargo, le agradecí el gesto ya que, joder, quería dejar este juego de mierda.

El tal Raúl empezó a mirarme de arriba a abajo con cierto aire de superioridad.

- Joder, te veía más macho, tío.

Pero ¿y este?

Creo que era el tío más gilipollas que he conocido en mi vida, y eso que he conocido a muchos.

Justo cuando iba a defenderme, Lola saltó super irritada.

- ¿¡QUIÉN TE CREES PARA HABLARLE ASÍ!?- toqué su espalda para tranquilizarla, algo que ayudó. Después dijo- : Además, ¿te das cuenta de lo troglodita que pareces diciendo que "lo veías más macho". Por favor, evoluciona que estamos en el siglo XXI.

Todo el mundo empezó a mirarla con lo que desde mi punto de vista era una mirada de satisfacción, lo que me da a entender que este chico no les caía muy bien.

Joder, ahora me están empezando a caer mejor.

El muy idiota empezó a mirarnos a los dos, a Lola y a mí con una sonrisa algo maliciosa en sus labios.

- Perdón Lola, pensaba que este tío solo te interesaba para follártelo, no para defenderlo.

Lola se puso roja de ira y se levantó para darle un bofetón en toda a cara. Después, recogió sus cosas y se fue corriendo y yo tuve que reprimir mis ganas de matar a este tío. ¿Cómo podía decir eso el muy cabrón? 

- Ostias Raúl. Vete de aquí si no quieres que te corte las pelotas aquí mismo- nos defendió Alma, visiblemente ofendida por la acusación.- Aquí nadie le habla así a mi amiga ni a su hermanastro.

Ni siquiera escuché más ya que fui tras Lola. 

Corría muy rápido. Traté de llegar hasta ella pero iba demasiado rápido, así que me limité a ir tras ella.

Cuando empezó a quedarse sin fuerzas paró y se sentó junto en un banco de la calle. 

Corrí para sentarme junto a ella y hablar con ella. Me sentía mal por ella. Sabía mejor que nadie como podía afectar los malos comentarios.


                                                              *****

¡Hola chicoooooos!

Aquí os dejo otro capítulo.

Por dios, espero que odiéis tanto a Raúl como yo lo odio (y eso que lo he metido yo en la historia, es que soy masoca).

Cualquier cosa, podéis escribirme, ya lo sabéis ;)

Besooooooooooos <33333


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