Capítulo 20: ¡Quiero estar solo!

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Tres días atrás...

Periodista: Espero y usted en casa si esté teniendo un buen día, pero lamentamos el fallecimiento inesperado de la defensora de los derechos para los mutantes, la Señora Elizabeth McCoy. En la madrugada de hoy se le encontró su cadáver en el jardín trasero de la Escuela para Jóvenes Super Dotados de Charles Xavier. Aún se desconocen las causas de su fallecimiento. La investigación está completamente abierta y el departamento del FBI está haciendo todo lo que está en sus manos para cerrar el caso porque al parecer y según especulaciones, se trata de un homicidio o crimen de odio.

Narra Hank:

Le aventé el control a la televisión, partiendo la pantalla. Me ahogue en llanto y la única luz que estaba en la habitación se fue. Alguien tocó la puerta.

Edna: Henry... Cariño

Hank: Vete, mamá.

Edna: ¿Podemos hablar? ¿Qué pasó, hijo?

Hank: ¡Qué te vayas! ¡Vete! ¡Quiero estar solo! (Gritó)

Volvieron a tocar la puerta.

Hank: ¡Vete!

Charles: Henry, ya sé que no vas a abrir la puerta y comprendo eso. Sólo te pido que me escuches porque tienes dos niños pequeños aquí afuera que te necesitan y no los puedes dejar solos. Necesitan a su padre.

Abrí la puerta.

Hank: ¡Y yo necesito que me dejes en paz! Mi esposa acaba de ser asesinada por el idiota de Peter y lo que menos quiero es estar cerca de alguien que sea de su sangre ¿Qué parte no entiendes que quiero estar solo? ¿Qué parte no entiendes que ahora estoy solo? (Gritó)

Les azoté la puerta en la cara y de nuevo volvió la oscuridad a invadir mi habitación. Desconecté el teléfono porque sabía que no pararían de llamar. Vino a mi mente la veces que ella estaba asustada de alguien y de la repentina aparición de su padre en su vida. Volví a conectar el teléfono y marqué a Wanda, pero decía que el número no existía. Marqué una y otra vez. Tocaron nuevamente la puerta.

Jean: Hank... Disculpa si te molesto, pero el Presiente está aquí. Quiere hablar contigo.

Mi mente se paralizó, mi respiración se entrecorto. Quería arrancarme el collar con mis manos, pero sólo grité con todas mis fuerzas, tiré las cosas del escritorio y destendí la cama. Abracé su almohada y me hundí en ella.

Jean: Hank... Si no bajas el presidente vendrá aquí.

Ignoré cada palabra de Jean y ésta se fue. A los cinco minutos abrieron mi puerta. Era Charles y el presidente de los Estados Unidos. Prendieron la luz de habitación.

Presidente: Buen día, Hank.

Hank: No sé qué tienen de buenos.

Presidente: Lo siento, la costumbre. Lamento lo que pasó con tu esposa.

Hank: ¿En verdad lo siente? ¿Sabe el dolor que siento en este momento? ¿Lo sabe?

Presidente: No, Henry, no lo sé y tampoco quiero saberlo. Además, que tu esposa no es la única que está muerta sino también tu carrera política. Sabes que la ONU solamente te aceptaron por ella.

Charles: Hank, el Señor presidente vino únicamente a verte y traer sus condolencias.

Hank: ¿Y? ¿Eso es lo que más le interesa ahora, mi carrera política? ¡Por mí usted y la ONU se pueden ir al demonio!

Charles: ¡Hank! (Gritó)

Hank: ¿Desde cuándo le interesamos? ¿Desde cuándo le interesa apoyarme? ¡Claro, desde que se dio cuenta que un porcentaje de la población de este país es mutante y por eso lo quiere usar para su próxima reelección!

Charles: ¡Basta Hank!

Hank: Y tú Charles... ¡Tú eres el menos indicado para decirme que me calme! ¿No estás viendo que a la primera oportunidad ellos vienen y nos ponen un collar como si fuéramos unos perros?

Presidente: Escucha mocoso insolente...

Hank: ¡Escúcheme usted a mi maldito corrupto ignorante! (Gritó) O descubre quien mató a mi esposa y lo mata o yo lo mato a usted

Charles: ¡McCoy! (Gritó)

Presidente: Descuide, Charles. No se preocupe, pronto les quitaremos los collares y espero verlo en el funeral que obviamente corre por mi cuenta. Sólo le advierto una cosa, McCoy: Que esta será la última vez que usted me habla de esa manera y también la última que usted vuelve a ser relevante porque admítalo, Henry, sin ella... No eres nadie.


Narra Peter:

 
Agente: Necesito la verdad

Peter: Pues esa es la verdad... Me dejó plantado, tenía que hablar conmigo por un asunto de mi novia y no llegó, me quedé a esperarla y no llegó. Me fui de ahí a la 1:30 de la mañana. Después me fui a dormir.

Una persona entró a la oficina con un reporte y una bala en una bolsa transparente. Era otro agente. Estrechó mi mano y se presentó.

Agente: Soy el Agente Tanaka del departamento de balística, vengo hasta ustedes para explicarles personalmente sobre el arma que usaron para matar a la Señora Elizabeth.

Relish: ¿Entonces? ¿Dónde está la simulación del arma?

Tanaka: Eso es lo más raro de todo esto. El primer informe de la autopista muestra que la bala fue introducida al cráneo de manera manual.

Relish: Bueno, no nos extraña porque en esa escuela todos son mutantes. Ellos tienen ciertas habilidades como para introducir una bala, cómo súper fuerza o velocidad ¿No es así, Señor Maximoff?

La agente Relish me enseñó la bala. La observé, era una bala que a la mitad de ella había un hoyo. Esa bala la reconocía en cualquier parte. Mi rostro comenzó a ponerse rojo, apreté mis dientes de la rabia. Me levanté desbordando en llanto. Los agentes me detuvieron para que me tranquilizará.






PROBLEMS (Quicksilver y ______)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora