PROBLEMS (Quicksilver y ______)

Capítulo 28: Muerte en un sueño

Todo lo que mi oído captaba era el zumbido de una máquina respiratoria que estaba conectada a mí. De nuevo tenía mis manos pequeñas y estaba en ese hospital. Mis ojos entreabiertos enfocaron a una mujer que estaba gritando afuera de mi habitación. Los gritos rebotaban a la voz de un hombre, cuyo rostro podía reconocer sólo en mis sueños. Por fin pude ver a mis padres, al menos detrás de la puerta de cristal discutiendo...
—¡Por supuesto que me voy a llevar a _______ conmigo! —. Decía mi padre. —Eres increíble... ¡Por el amor de Dios! ¿Cómo se te ocurre llevar a esas tumbas a nuestra hija? Por eso no quería que estudiaras arqueología. Siempre la pones en peligro—
—El problema tuyo es que no admites que tienes celos que mi hija si tenga un pasatiempo conmigo y no con tu amante—
Ambos pararon la pelea cuando me vieron despertar. Entraron a mi habitación. Mi mamá me tomo de la mano y comenzó a llorar.
—Sabía que no me dejarías, cariño. Eres fuerte, eres muy fuerte, mi cielo—
Voltee a ver a mi padre y sólo me observó fijamente.
—¡Adam! Dile algo a la niña. Duró atrapada por 48 horas en una tumba subterránea—
—¿Y de quién crees que es la culpa? —
Mi madre le hizo una señal para que mi padre se fuera, pero sólo se sentó en mi camilla.
—Haz estado 5 días en coma, mi amor. Creí que nunca abrirías los ojos... Por cierto, descubriste una nueva tumba egipcia ¿No te da emoción eso? —
Asentí con la cabeza, estaba muy débil.
—Y, además descubriste un cetro bañado en sangre. Estoy muy orgullosa de tí—
Beso mi frente y desperté.

Realmente desperté llorando, esperando un abrazo de mi amado, pero ya no estaba conmigo. Se había marchado. Sólo pude abrazarme y eso era lo suficiente para estar bien. Después de ese sueño, volví a quedarme dormida. Tal vez fue demasiado, mi cuerpo se comenzó a desprender de mi alma y con un dolor punzante en el pecho. Regresé minutos antes de donde Wanda me estaba regresando en sí de aquel sueño profundo, pero ahora sólo mi espíritu lo veía desde otra perspectiva, en un campo astral...

...

Los gritos se escucharon por toda la casa. Creo que era demasiado obvio que un intruso se estaba apoderando de mi hogar. Me habían dado de alta en el hospital ese mismo día en la mañana. Habíamos viajado toda la madrugada hacia Estados Unidos. Me desperté a pesar de la anestesia. Salí de mi habitación y había un charco de sangre que estaba por todas las escaleras. Me asome por el pasillo, habían cortado la luz de toda la casa. Alguien cerró la puerta que daba hacía el patio trasero y entró a la casa. Esa persona me observo que estaba por bajar las escaleras, entonces volvió a salir al patio. 

Como pude bajé las escaleras y por todo el piso se veía que alguien se estuvo arrastrando hasta llegar al teléfono de la sala, pues el teléfono estaba bañado en sangre. Sólo seguí mis instintos y abrí la puerta del patio. Aquella puerta enorme ensangrentada y decorada por el otro lado por la lluvia y destellos de relámpagos. A lo lejos pude verla, aquel cabello rubio y corto salir del pasamontaña. Me observó con lástima y sólo cruzamos esa mirada por un par de segundos. Se fue por la puerta de servicio. 

Un relámpago me indicó hacía donde estaba el cuerpo de mi madre. Sabía que la había traído hasta aquí para que no viera nada, para que no viera a mi madre de esa manera y también sabía que regresaría a limpiar la escena del crimen. La amante de mi padre había tenido consideración de mí. 

Detuve el tiempo, no para hacer daño, no fue mi intención. Corrí hacia el cuerpo de mi madre, llorando, sin fuerza, caí varias veces durante el camino eterno hacia mi mamá. Puse mi pecho con el mío. Tenía los ojos llenos de lágrimas y el rimen corrido, tan hermosa. Era como si tuviera una estatua en mis manos, sólo me observaba a mí, a nadie más que a mí con esos ojos llenos de agua y terror capturados para siempre. Tenía una puñada en el corazón y antes de que pusiera mi mano en el lado izquierdo de su pecho, una voz me detuvo. Una voz que, por alguna extraña razón sabía que estaría ahí para evitarlo.

—No lo hagas. Sólo déjala descansar en paz, ______—

—Charles, no puedo, es que no puedo—

Me tomó de la mano. No podía creerlo, no podía no hacerlo ¡Era ella! Mi madre: la única persona en el mundo que me ama incondicionalmente. Observé a Charles con coraje.

  —Sabes que lo haré. Hagas lo que hagas aquí no cambiará nada—

—Tienes razón, pero quiero que veas que tu madre está mejor así, está en paz. Su ciclo ha terminado, todo tiene un fin y no puedes torturarte todas las noches por no poder salvarle—

—Pero Charles yo...—

—Si, tú ¿Haz pensado en lo egoísta que es atar a las personas para no sufrir? —

—Ella debería de estar conmigo, conociendo a mis hijos, en mi graduación, en mi boda, apoyándome en el divorcio y ahora en el juicio ¡Debería de estar aquí! —

—Las cosas suceden por algo y es mejor no forzarlas, ven... Quiero darte un abrazo—

Me acercó hacía su pecho y todavía me encontraba confundida e irritada con lo que acababa de decirme. Me separó de él después de varios segundos.

—Siempre supe que serías muy fuerte, siempre tuve esperanza en ti y no sabes lo orgulloso que estoy de ti. Sea cual sea el camino que hubieses tomado siempre tendré orgullo y admiración por ti... Ahora vete, yo me encargaré de solucionar este sueño—

—¡No quiero que lo borres! —

—No lo haré, me quedaré aquí. Siempre y cuando quieras venir a visitar a tu madre o a mí, estaré aquí para hacer que nunca pases esta experiencia tan horrible. Ahora vete, quiero dormir—

...

Narra Peter:

Entré a mi habitación con Crystal detrás mío gritándome. Azotó la puerta.

Crystal: ...Lo único que quiero que entiendas que esto me hace mal ¿Si tanto querías estar con alguien como ella por qué le elegiste a mí?

La tomé de los hombros, la miré firmemente a los ojos y en voz baja dije...

Peter: ¿Quieres saber realmente por qué te escogí a ti o quieres saber el por qué no me puedo alejar de tí?

Crystal: Ambas

Nuestra discusión fue interrumpida por un grito del otro lado del pasillo. Era Wanda que al instante comenzó a llorar con intensidad. Crystal y yo nos asustamos y fuimos a la habitación de Wanda, ahí estaba mi mamá y Lorna abrazando a Wanda que se encontraba destrozada en el suelo.