PROBLEMS (Quicksilver y ______)

Capítulo 19: El reencuentro después de los últimos tres días.

Presidente: Buenas tardes a todos ustedes, gracias por estar aquí. Debido a los acontecimientos de la vida privada de la familia McCoy, la Señora Elizabeth me pidió que convocará esta rueda de prensa para explicar lo que ha pasado estos últimos tres días. Sé que suena descabellado, pero quiero aclarar a nuestra rueda de prensa que hoy nos acompaña que no he sido parte de la estrategia y el engaño de la familia McCoy. Con ustedes... _______, _________ Anderson.

Subí al podio nuevamente. Los periodistas no dejaban de tomarme fotografías. Tenía a todos en esa sala con la boca abierta. 

__________: (Aclaro su garganta) Sé que les debo muchas explicaciones sobre mi vida, nuestra vida privada, aunque no debería de hablar de esto porque la palabra lo indica: es privada. Sin embargo, lo hablaré sin mentiras. Mi esposo Hank y yo nos estamos separando, nuestros hijos quedarán en manos de una persona muy especial para mí en lo que resolvemos nuestros asuntos personales, es posible que estemos hablando de un divorcio. Y en cuanto a mí, lo que ha sucedido con mi supuesta muerte, sólo quiero decir tres cosas: 1.- Fue completamente real. 2.- No soy humana, soy una mutante con la capacidad de resucitar, alterar el tiempo, espacio y realidad, así como destruir, por mencionar alguno de mis poderes y #3 y el más importante: Si estás viendo esto quiero decirte que lo que me hiciste bajo el sauce, el separarme de... Él. Todo ese miedo que yo sentí al saber que sería mi último día en el que vería a mis hijos, todo eso me encargaré de regresártelo. No eres el único que me quiere muerta, así que tómalo como advertencia porque haré de tu vida un infierno, así como atravesaste esa bala en mi cabeza.

Llorando de coraje mostré la cicatriz de mi frente.

Necesito que las personas me comiencen a aceptar por lo que soy y esa fue la única razón por la que estoy con Hank y para empezar mi nombre no es Elizabeth McCoy, mi verdadero nombre es ________ Anderson, nací en Washington. Mi padre es el comandante Adam Anderson de Las Fuerzas Armadas de Los Estados Unidos y hace más de cinco años me encerró en una celda porque pensaba que era un monstruo.

Mi voz quebrada no podía más, tomé un pañuelo para secar mis lágrimas. Todo el asunto era bastante humillante, pero sentí como si me hubiera quitado sacos de arena de los pies, como si los tuviese atados.

Sólo quiero decir que... Quiero agradecer a todas las personas que creyeron en mí, en nosotros y a todos aquellos que no lo hicieron. Gracias al FBI por tratar mi caso y a nuestro Señor Presiente por permitirme hablar con la verdad. Qué el día de hoy sea glorioso. Gracias. 

Salí casi corriendo de la sala de prensa. Lloré por todo el pasillo rodeada de personas, era como si hubiesen visto un fantasma, pero no a un fantasma de lo que asustan, sino algo más allá de aterrador. Todos en la Casa Blanca sabían del accidente que tuvo mi padre en casa y ahora, frente a los ojos de muchas personas yo era la posible asesina. Parecía eterno aquel pasillo, pero ¿Cómo era posible que me hace tres días atrás estaba en el estanque de mi antigua escuela muerta? Bueno, retrocedamos tres días antes de que convenciera al presidente de Los Estados Unidos de convocar una rueda de prensa...