Capítulo 25: Lágrimas, culpa y deseo

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Narra _______:
Después de hablar con Charles, me dirigí hacía la casa de los Maximoff para recoger a mis hijos. Llegué en taxi y la casa estaba en completo silencio. Me dirigí a la cocina, porque se escuchan ruidos.

Crystal: Hola, _______. Los demás están en el patio ¿Vas a querer puré de papas?

Me incómodo su amabilidad. No le respondí a la pregunta, mucho menos al saludo. Me dirigí a la parte trasera de la casa. Todos estaban alrededor de una fogata. Me acerqué y saludé. Peter se veía nervioso. Mis bebés me abrazaron porque tenían frío, los arrope con mi abrigo. El silencio incómodo lo rompió Magda.

Magda: Creo que necesitan hablar ¿no es así, Pietro?

Peter: Si... Así es, ¿me acompañas, ______?

Caminamos hasta el garaje, cerramos la puerta. Lo abracé con mucha alegría. Él ni siquiera correspondió a mi abrazo. Lo besé en los labios, pero igual no respondió. 

Peter: Creo... Que iniciamos mal, de nuevo. 

______: ¿Qué?

Peter: Sabes que lo que pasó ayer... Respecto a eso, quizá estuvimos juntos porque te extrañaba y volverte a ver hizo en mí sentir p... (Dijo nervioso)

______: Entonces lo que quieres decir es que fue un error, ¿no es así?

Peter: ¡Exactamente! Es decir, estoy muy feliz de que estés viva y todo esto, pero sabes que afuera de este círculo que hemos creado hay personas a quiénes no queremos lastimar. Lamento si creíste que...

______: No, no lo lamentes. Yo fui la que lo malinterpretó. Es que... Bueno, no importa. Sólo quería que supieras que encontré una casa para vivir por ahora y ya no te daré problemas aquí. 

Peter: No, no es ningún problema.

______: Ver a tu novia sonreírme como si fuera su amiga después de que ayer me acosté contigo, si es un problema. 

Peter: ... Tenemos que ir a afuera. 

Esa cena fue una de las más raras que he tenido en toda mi vida. Se sentía la incomodidad de Peter a kilómetros. Las muestras de afecto de Crystal hacía Peter era como si me clavasen una bala por el corazón. Me perforaba el alma verlos tan juntos.


Narra Peter:

Después de pasar ese mal rato. Intenté dormir, en serio intenté conciliar el sueño, pero era ese maldito diario quién no me dejaba de ver. Sentía la enorme necesidad de leerlo y quemarlo para salvar mi culpa. Crystal estaba profundamente dormida. Tomé el diario y bajé a la cocina. Lo puse en la mesa para que me dijera alguna respuesta, alguna señal de que lo que estaba a punto de ser estaba mal, pero era tan insinuante. Abrí la primera página, la leí rápidamente. Hablaba de mí. Entonces lo hojee y en el medio estaban algunas páginas arrancadas, después las demás páginas con normalidad en este último año. Antes de las páginas arrancadas estaba la vez que fuimos a la cabaña por el fin de semana... Ese recuerdo hizo eco en mi mente, algo vacío. No recordaba absolutamente nada después de llegar a la escuela después de ese fin.
Alguien estaba bajando las escaleras. Subí el diario arriba del refrigerador y comencé a hacer un café para disimular el shock del recuerdo arrancado de mi mente.

______: ¿Tampoco puedes dormir?

Peter: No

______: Con el café menos lo harás (Dijo a carcajadas) Escuché que tendrás un hijo y quise darte algo para que esté bien.

Me dio un cheque. Me quedé boquiabierto. Se lo regresé.

Peter: No puedo aceptarlo, es demasiado dinero. Además, lo necesitarás más que yo.

______: No, en serio. Necesito que lo tomes, tómalo como una disculpa o un agradecimiento de sacarme del infierno en el que estaba. 

Peter: Aun así... Cien mil dólares es demasiado. 

______: No importa. Tenía mucho que hablar contigo sobre Hank y yo.

Peter: ¡Ni me lo menciones! Vino aquí a reclamarme, pero todo fue tan raro porque quería pedirte perdón. 

_______: Es que hoy le pedí el divorcio... Y me lo otorgó. 

Peter: Me alegro mucho de que por fin seas libre 

______: Ojalá fuese así, tengo que afrontar un juicio por asesinato de tres personas. Obviamente soy culpable, pero ¿Mis hijos con quién estarán si estaré en prisión? ¡Todo por culpa del estúpido de Hank!

Comenzó a llorar. La culpa me cayó como agua helada. Me senté a su lado y la abracé. Lloró en mi pecho, Dios ¿qué he hecho? Entonces, entre lágrimas, la culpa o el deseo de cesar el llanto me invitó a besarla. Entre beso y beso, ya me encontraba desvistiéndola en el sofá.

PROBLEMS (Quicksilver y ______)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora