˗ˏˋ 🍇 ˎˊ˗ ⌗ ⋆ 𝐄𝐒𝐄 𝐏𝐀𝐍𝐃𝐈𝐋𝐋𝐄𝐑𝐎 ⋆‧₊˚๑ ▬▬▬ 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰 ‧₊˚๑

•9•

Narra T/n.

Estuvimos besándonos profundamente hasta que me posicionó en la cama, aunque él siguió dándome besos pero en el cuello.
Respondía sus besos con leves jadeos, a Mikey parecía encantarle eso.

Frotó por encima de nuestras prendas su miembro ya erecto por la excitación del momento.
Metió su mano por mi pantalón,
con sus dos dedos empezó a acariciar mi intimidad.

— Mikey, e- espera, aún tienen que ven – Me interrumpió. –

— Sí, tus padres, pero aún nos da tiempo~. – Habló en un tono pícaro. –

— No nos deberíamos de arriesgar...

No respondió nada, solamente junto sus labios con los míos en un rápido beso.

— Confía en mí, verás que no vendrá nadie. Igual estamos solos en casa. – Sonrió algo pícaro. –

Asentí con la cabeza, él no tardó en meter su mano dentro de mis bragas.
Metió sus dos dedos sin avisar, dando yo un sonoro gemido.

Empezó a estimular mi clítoris en círculos y también en tijera.
Ya estaba que chorreaba.

— ¡Ah~! – Gemí para avisar que me había corrido. –

Él sonrió al verme y sacó sus dedos de dentro de mí. Sus dedos estaban empapados, los lamió para después meterlos a mi boca.

Acepté gustosa y lamí sus dedos, no tardó en sacarlos, y separarse para poder quitarse la camiseta.

Agarró con una mano una de mis piernas y la puso en su hombro, con su otra mano hizo lo mismo.

Acercó su boca a mi intimidad, le miré algo sonrojada, él me regresó la mirada con una de lujuria.
No tardó más y lamió la parte visible de mi parte íntima haciendo que arqué la espalda.

No tardó en meter su lengua lamiendo mis labios vaginales.
Respondía a sus actos con leves jadeos, que a los minutos se convirtieron en gemidos.

Notaba su lengua restregarse por todo mi clítoris, también escuchaba el ruido lascivo que hacía cuando sacaba y metía su lengua.

Volvió a sacar su lengua para esta vez posicionarse encima mía, agarró su miembro con una de sus manos para restregarlo por mi entrada.

— ¿Preparada~?

— Ahora lo preguntas... – Hablé con algo de ironía. –

No dijo una palabra más, y lo introdujo sin avisar, haciéndome dar un gran gemido ahogado por los labios de Mikey.
Notaba como su miembro salía y entraba de mí, también sus testículos estamparse contra mi piel, haciéndome ahogar mis gemidos en los labios de él.

Sus embestidas se hacían cada vez más rápidas y fuertes, sintiendo que iba a llegar al climax.
Paró en seco para ahora agarrarse de el marco de la cama y volver a embestirme con fuerza llegando algo más profundo, se escuchaba el ruido de la cama rechinar por cada embestida. No podía más, sentía que iba a correrme en cualquier momento.