32 | Es muy tarde

127 22 1
                                    

Esme Levy.

| Cárcel |

Un oficial me informó que tenía visita sabía que era Max por como lo describía, necesito verlo y aclarar de una vez por todas todo.

— Hola.

— Sé directo — inicié cortante.

— Esme yo... — Bajó su mirada — no sé que decirte no sabía como eran las cosas.

— Nisiquiera me dejaste hablar explicarte como eran las cosas.

— ¿Que querías que hiciera? había descubierto todo lo que creía que era verdad.

— Solo debías escucharme ¿crees que era fácil hablar de eso? — cuestioné cruzandome de brazos.

— No y ahora lo entiendo Esme yo te amo.

— Lo mismo le dices a Fabiana — me miró confundido.

— ¿De que hablas?.

— Vino hasta aquí a decírmelo hace unos días.

— No tengo nada con Fabiana.

— Que placentero debió ser hacerlo en otro país ¿No? — cuestioné enarcando una ceja.

— Esme estaba dolido creí que las cosas eran diferentes.

— Ya Max solo lo afirmas ya dijiste suficiente.

— Quiero aclarar algo.

— Te escucho.

— Yo no te mandé a investigar fue papá — realmente no me sorprende.

— Sabes ya me da igual quien me mando a investigar ya saben la verdad ya saben el infierno que viví.

— Esme lo de Fabina fue momentáneo, yo no quería.

— Deja de decir cosas absurdas nada te justifica, solo te quiero pedir una cosa — debo ser clara con él.

— Dime.

— No te quiero en mi vida, no quiero nada que venga de tu familia — noté la tristeza en su rostro.

— Pero te quiero ayudar.

— Emma y Maureen lo harán.

— Quiero ayudarte solo dejame hacerlo si no quieres estar conmigo no lo hagas solo dejame ayudarte.

— Ya fue suficiente.

— Solo déjame hacerlo sabes que puedo pagar la fianza, lo del retrato hablado hice que sucediera lo mas rápido posible — lo mire confundida.

— Un momento ¿fuiste tú el que logró eso? — pregunté molesta.

— Demonios creí que Emma te lo habia dicho.

— Me dijeron que fue mi abogada pero ya veo que hasta ellas me mienten.

— Si no quieres que te mientan déjame ayudarte.

— No Max y deja de insistir.

— Pagaré la fianza quieras o no.

— Saldré antes porque soy inocente, no permitiré ni solicitare salir bajo fianza.

— Luana ya lo solicitó — que carajos.

— No tenía porque hacerlo.

— Mírame respira y cálmate, te ves hermosa enojada.

— Deja las estupideces — estoy más que molesta.

— Pagaré la fianza.

— Te devolveré tu dinero en cuanto lo tenga lo tomaré como un préstamo.

Mi Pasado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora