3. Maldito y bendito olor a café

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—El señor Min me mandó sus propuestas, pero dijo, y cito: «para un mejor entendimiento y cero dudas, sería mejor que los expusiera frente a su equipo y al vicepresidente. Para más formalismo y hacer las cosas adecuadamente. Gracias». —Leyó TaeHyung desde su tableta.

Jimin enarcó una ceja y estiró la mano para recibir la tableta, leyó el mensaje y echó un vistazo a las propuestas de los comerciales.

—¿No crees que es raro?

—¿Qué cosa? —quiso saber mientras pasaba las diapositivas de las propuestas.

—Ese hombre, Min Yoongi —respondió, tomando asiento frente al escritorio—. Apenas la reunión fue ayer y ya mandó sus propuestas. Además de que te siguió para decirte eso de «¿por qué a su secretario, por qué no a usted?». Un maldito alfa pendejo.

Jimin bajó la tableta para observar a su secretario. TaeHyung mordía su mejilla interna y subía y bajaba su pierna, haciendo chocar su talón contra el suelo.

—¿Qué es eso, celos? —soltó una carcajada—. Oí que es mejor amigo de Hoseok. Aunque no debería de preocuparte, ambos son alfas.

TaeHyung lo miró de inmediato.

—No me gusta Hoseok —aclaró—. Él sólo es mi amigo y no me gustan los alfas.

—¿Te gustan los omegas, entonces?

Su secretario soltó un largo suspiro, desinflando sus mejillas.

—Sabes que gente como nosotros no puede tener una relación con nadie, ni alfas, ni omegas.

Jimin asintió, estando de acuerdo.

—Pero eso no evita que te pueda gustar alguien, ¿no?

—¿Siquiera es posible, Jimin? —su voz salió herida—. Porque si es así, quisiera saberlo. ¿Tú has podido? Por supuesto que no.

Jimin no pudo evitar sentirse triste, claro que no había podido sentir algo por alguien alguna vez. Ni cariño, ni atracción sexual, nada. Los olores que los alfas y omegas tanto presumen en distinguir, ellos no lo pueden hacer de la misma manera, por lo que no se sienten atraídos por nadie.

Y será así hasta que se mueran, ya que no tienen un destinado, como todos los demás en el mundo.

Ese era su destino por no ser un lobo nacido desde la unión de un alfa y un omega enlazados. Es el destino de los que no debieron nacer, de los que no estaban planeados, de los que eran producto de un abuso o de una infidelidad. Unos sin destino.

—Yo... no sé la solución, Tae.

—Lo sé, Minie —volvió a exhalar fuertemente—. ¿Por qué no lo intentamos? Tú y yo.

A Park Jimin le había llegado aquello con una sorpresa extrema, jamás lo vio llegar. Kim TaeHyung era su mejor amigo desde hacía años, ambos teniendo la misma etiqueta de Sin Destino en la frente. Él lo quiere como un hermano, más que como un amigo. Siempre pensó en él como su alma gemela, pero en amistad.

—Tae, yo...

—¡Adivina quién vino desde el encierro para verte! —se escuchó desde la entrada.

La puerta de la oficina del vicepresidente había sido abierta, y ésta era atravesada por un omega en estado de gestación con unos meses ya avanzados que caminaba con cierta dificultad, así que era ayudado por un alfa de casi la misma estatura. El alfa le ganaba por algunos centímetros, nada más.

—Dios mío —Jimin se levantó rápido y corrió hasta ellos para ayudar al omega a tomar asiento en el sofá que quedaba frente a su escritorio—. No debiste traerlo, mira cómo jadea por la agitación de caminar —se dirigió al alfa.

Sin destino [YoonMin] ~Omegaverse~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora