Sin destino [YoonMin] ~Omegaverse~

15. ¿Me esperarás aquí?

El camino hasta la sala de emergencias se le hizo eterno, la angustia lo consumía hasta hacerle olvidar por completo el dolor de su espalda baja que se expandía por todo su cuerpo. La mano de Yoongi era cálida al apretar la suya, mientras se dirigían hacia sus amigos. El miedo de imaginar que el nacimiento de su sobrina-ahijada-hija no se cumpliera, o el que SeokJin sufriera, le hacía doler el corazón.

—Jimin.

El primero en verlo y llamarlo, fue NamJoon.

Su amigo alfa se levantó de las bancas fuera del cuarto de emergencias en el área de parto, se acercó hasta él y lo abrazó en un sollozo. Yoongi no lo soltó.

—No quiero que le suceda nada, Jimin. No podría soportarlo nunca.

—No pasará nada, tranquilo —con su mano sobrante acarició la espalda de NamJoon.

—¿Soy un mal padre? —el cuerpo de su amigo, casi una figura paterna, temblaba al recargarse en su hombro—. Prefiero no tener a la bebé que perder a Jin. Si él se muere, yo... yo...

—Shh, shh, shh —calmó, acompañado de golpecitos—. Ambos estarán bien.

—Así es, hyung —escuchó a TaeHyung—. No pasará nada.

—¿Qué dijo la doctora? —le preguntó a su mejor amigo.

TaeHyung estaba detrás de NamJoon tocando su espalda, cerca de la mano de Jimin.

—SeokJin tuvo sangrado y la doctora dijo que, lo más probable, era que había expulsado el tapón mucoso* antes de meterlo a emergencias. La verdad, no sé nada de embarazos, sólo entendí que estaba en labor de parto. Después salió a decir que la bebé venía con el cordón umbilical enredado, y que sería un parto más peligroso de lo normal.

—¿Y no puede entrar NamJoon? —inquirió—. Es su destinado, puede ayudar de alguna forma.

—Dijo que de preferencia no, hasta ver que SeokJin no saldría herido de alguna forma. Nam podría ponerse... algo intenso si se trata de eso.

Jimin comprendió lo que quiso decir con aquello. Si SeokJin llegase a morir, la pena y el dolor en NamJoon serían tan grandes que terminaría por transformarse y, en su camino para encontrar alivio en su lobo, podría causar accidentes con personas a su alrededor, como mordidas y desmembramientos. En ocasiones, cuando la gente sentía extremo sufrimiento, cambiaban para ser lobos por un tiempo indeterminado, en donde los gobernaba su lado irracional con el fin de soportar todo aquello que les sucedió. Estando en su forma animal era más fácil, ya que las emociones eran más complejas y fuertes al ser humanos. Algunos, los que perdían a sus destinados, llegaban a morir por depresión.

NamJoon se quejó en su oído. Ciertamente, el dar a entender cosas así de catastróficas que relacionaban a su pareja, lo ponían más inestable.

—No pasará, hyung. No pasará.

─── ∙ ~Sin destino ~ ∙ ───

A la madrugada, giró su rostro para ver el reloj colgado desde la pared colindante que insistía en su sonido característico de tick tack. Eran las dos con seis. Llevaban allí sentados una hora con cincuenta y cuatro minutos exactamente. La mano de Yoongi comenzaba a provocar que la suya propia expulsara sudor, pero no quería soltarla.

—Jimin —lo llamó TaeHyung a su lado, NamJoon estaba sentado del otro lado, frente a ellos, consumido por su propio mundo de pena. Creyó que darle su espacio en aquel momento era lo mejor.

—¿Qué pasa? —le susurró.

—¿Cómo está esa mierda de que no fuiste a trabajar toda la semana por un celo? —imitó su susurro.