Cuatro

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- ¿Estás mejor? -el rubio le dio unas palmadas en su espalda mientras ella llevaba otra cucharada de helado a su boca.

- Si, gracias -respondió con la boca llena, miró a Naruto quien la observaba fijamente- ¿Se ve muy mal?

El negó con la cabeza. Se encontraban tendidos en la alfombra de la sala, Sakura se había cambiado a un pijama y Naruto había traído un poco de helado para animarla.

- No, la verdad se te ve bien, más madura. Como cuando Emma Watson se cortó el cabello.

- ¿Entonces me veo sexy? -ella sonrió e hizo un movimiento de cejas.

- Si eso te hace sentir mejor... -elevó los hombros.

- Eres un idiota -rió y le lanzó la cuchara.

- Ew, me vas a dejar lleno de helado de menta.

Menta.

Sakura suspiró, Sasuke olía a Menta y café.

- Oye, ¿Estás bien? -ella asintió y dejó el pote en la mesa de centro- ¿Qué fue lo que viste?

Ella lo miró y apretó los labios en una línea ¿Debía decirle?.

- Me encontré con Hinata y Sasuke en el parque -confesó, el rostro de Naruto palideció- Él le decía que le gustaba su cabello largo, luego hablaron de los deportes y después... comenzaron a besarse.

Ambos quedaron en silencio, el rubio apoyó sus codos en sus rodillas y se inclinó hacia adelante viendo a la televisión apagada.

- Cómo estaba ella.

- Bien -suspiró y se abrazó a sí misma, su mirada se dirigió a sus zapatos- Ellos se veían muy contentos y... enamorados.

Naruto sonrió sin mucha alegría en sus ojos.

- Entonces ya no podemos hacer nada para recuperarlos ¿Verdad?

- Supongo que no.

(...)

- Me da gusto verte, padre -Hinata abrazó a Hiashi como si no lo hubiera visto en mucho tiempo.

Neji la observaba un poco molesto, no sabía cómo había tenido el descaro de parecer tan... normal. Aunque, conociendo a Hinata-sama, estaría rota por dentro.

- A mí también -el viejo Hiashi besó su cabello- ¿Y Naruto? ¿Por qué no ha venido?

El rostro de Hinata adoptó una expresión sorprendida, parpadeó varias veces.

- Él -dudó- Hum, está con sus padres, Kushina a contraído una enfermedad.

Hiashi parecía preocupado.

- Oh, ¿Cómo está?

- Nada grave, padre -ella sonrió no muy convincentemente- Pero ya conoces a Naruto, hace una tormenta en un vaso de agua.

- No te había oído hablar así de tu novio, Hinata -Hiashi medio rió- Siempre lo defiendes a muerte.

- Huh -ella se puso algo más blanca de lo que era- Es que hemos estado algo apartados, pero no te preocupes -se apresuró a añadir- Lo arreglaremos.

- Hola, prima -Neji bajó las escaleras y Hinata le sonrió.

- Neji -caminó hasta él y lo abrazó.

- ¿ En dónde dejaste al Uchiha, Eh? -le susurró al oído, Hinata tembló.

- Neji, por lo que más quieras, no...

- No soy esa clase de personas -la interrumpió- Pero no me gusta su relación.

- No es a ti a quien tiene que gustarte. -susurró.

Traición y Peligro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora