❝𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐥𝐚 𝐋𝐥𝐮𝐯𝐢𝐚❞ __𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧. [TERMINADA]

❝Capítulo 05❞

__Capítulo 05.

❝¿Peleas?❞

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Bien, el fin de semana había llegado a su fin. Y ya había comenzado el fastidioso lunes, día de clases.

Me encontraba vistiendo cuando me acordé de Tae.

Me comentó el día anterior cuando fuimos a dar un paseo por la ciudad, que ya hoy comenzaría el colegio, pero por mucho que le pregunté no me dijo cuál era.

Era curioso, no podía negarlo, pero bueno, no puedo obligarlo a que me cuente todo de su vida, eso en realidad no es de mi incumbencia.

Ya listo, tomé mi mochila, y bajé al salón donde mi hermano me esperaba para irnos juntos al Instituto.

Dejé un beso en la frente a mi madre como despedida, ya que ella tomaría otro camino para ir a su trabajo.

Mientras nos dirigiamos a la parada del autobús, mi hermano rompió el silencio.

–¿Aún no me contarás qué fue lo que sucedió aquel día que mamá te puso la venda en la mano? –lo miré y negué con la cabeza–. Jimin, soy tu hermano mayor, el único al que siempre le has contado las cosas, además de mamá. Sabes que puedes confiar en nosotros, y justo ahora no se lo quieres decir ni a ella ni a mi, ¿qué pasa?

Cuando llegamos a la parada justo en ese momento el transporte llegó y subimos. Pagamos, y tomamos nuestro respectivo asiento.

–Dame tiempo. Prometo que te lo contaré. Tal vez hoy cuando salgamos del Insti. –le dije mientras recostaba la cabeza en la ventana y observaba el paisaje.

–¿Estás seguro? –preguntó mientras se acomodaba a mi lado.

–¿No querías saber?

–Si, pero no quiero que te sientas forzado a decírmelo. –cuestionó mirándome tristemente.

–No te preocupes por eso. Hoy mismo te cuento, a ti, y a mamá. –lo miré, asintió y se quedó en silencio.

Al fin y al cabo este momento llegaría, y tendría que afrontar la situación para contarle a mi madre y a mi hermano.

[...]

Vagaba por los pasillos del Instituto en mi segundo turno de clases.

El director me había mandado a llamar por un problema que hubo con el papeleo del traslado a la escuela, pero ya todo se solucionó.

Faltaban sólo minutos para que se acabara ese turno de clases, y la verdad no me apetecía ir al salón, solo esperaría a que se acabara.

Mientras me dirigía a los baños, vi una persona corriendo a toda velocidad por los pasillos, cuando de repente, por querer distinguir quién era, chocó fuertemente conmigo tumbándome al suelo junto con ese sujeto.

–Auch... –exclamé dolido mientras trataba de sentarme y sobarme la cabeza. Esta había impactado con el suelo.

–Lo siento mucho. –esa voz...

Miré a mi lado como la persona, (quién era un chico) se levantaba rápidamente para ayudarme.

–¿Tae?

–¡Oh Jimin eres tú! –susurró en un chillido mientras me ayudaba a levantarme del suelo–. Lo siento nuevamente.

–¿Qué haces aquí? –lo observé de pies a cabeza.

–¿Sorpresa? –dijo dudoso, y valla sorpresa me eh llevado.

–Y muy buena la verdad. –sonreí y el hizo lo mismo.