Insomnio. - Daniel Ricciardo

21.

Tienes visita -sonrío uno de mis mecánicos señalando con su cabeza a la derecha cuando recibió mi casco, asentí viendo a la chica quien me mira fijamente-

Buena práctica -suspire asintiendo cuando Sophie me sonrió-

No quiero ser grosero pero no necesito tu lastima Sophie -la castaña sonríe cuando me escucha mientras asiente levantándose de la silla en la que estaba-

No la tengo, te mereces lo qué pasó -sonrió de lado caminando hacia mi pequeña habitación, no quería escuchar esto de nuevo- pero no estoy aquí por eso

¿En qué te puedo ayudar entonces? -suspira antes de entrar a mi habitación-

No es la misma, es una Gemma forzada -alzo mi mirada en su dirección frunciendo el ceño- necesito tu ayuda, he visto esto por seis meses y cada día es peor

No te entiendo -sonrió confundido dejando de lado lo que hacía para darle toda mi atención- ¿Qué tratas de decirme?

Tú no me agradas del todo -asiente haciéndome reír- fuiste un idiota, la hiciste sufrir demasiado ¿pero esto? Es como amarrarse a un ancla y tirarse al fondo del océano, saldrá mal y arrasara todo lo que le costo volverse a construir

Si lo que quieres es que intervenga en la relación de Gemma, no lo haré -murmuro después de unos segundos en silencio haciendo que se queje cruzando sus brazos-

¿Ya no la quieres? -niego de inmediato frunciendo mi ceño, claro que lo hago-

Lo hago y por eso entiendo que no debo dañar su felicidad -la castaña suelta un bufido viéndome- por meses la quise mal, ya no puedo hacerlo más 

Si la quieres te preocupara ver que está cometiendo errores -asiente firme antes de darse vuelta y salir de mi garaje-

¡Sophie! -niega cuando la llamo sin detener su paso-

¡Buscaré alguien más que si me ayude! -suspiro recostándome en la pared de mi garaje para ver cómo a lo lejos alcanza a Gemma, los tacones siguen ahí, pero por primera vez se cómoda con ellos, como si se estuviera resignando-

Dudo unos segundos mientras mi mirada la recorre, su madre la abraza con felicidad y aunque me encantaría saber que la relación entre ellas mejoró las expresiones de su mejor amiga me hacen dudar de todo. Niego cuando en mi cabeza resuenan sus palabras, claro que la quiero, pero no puedo dejar de pensar en si me odiaría al dañar esto.

(...)

Parece ser que este año tampoco será -sonrío de lado llegando junto a ella cuando la carrera termina, una vez más Charles no subió al podio en casa- ¿duelen?

¿Los pies? Por supuesto que sí -sonríe haciendo un gesto de agotamiento que me hace reír- pero ya sabes

La perfecta familia Leclerc -susurramos al tiempo, asiento sonriendo de lado mientras ella desvía su mirada de la mía intentando ocultar su risa-

Creo que este año si lo están consiguiendo -asiente cuando me escucha presionando sus labios contra el otro cuando ve la dirección en la que señala mi cabeza, su novio-

¡Gemma! -suspiró incómodo pasando mi mano por mi cuello cuando llega junto a nosotros sonriendo- hablaba con Kelly, es encantadora, dice que hacemos una pareja perfecta

La ahora rubia ríe incómoda junto a mí mientras yo dirijo mi mirada rápidamente a la mencionada, por supuesto que miente, nosotros éramos la pareja perfecta.

Daniel vino a saludar -susurra la rubia haciendo que su novio me determine, por fin. Alzó mi mano en su dirección, intentando ser lo más amable posible-

¿Sabes? Mañana haremos una cena en mi restaurante familiar -sonríe señalándome- deberías venir, varios de los pilotos vendrán

Oh, no se si pueda -sonrío negando rápidamente-

Será importante para nosotros -asiente viendo a Gemma mientras toma su mano- aprovecharemos que todos estamos en Mónaco, no te lo pierdas, es el griego del muelle

Se cual es -murmuro cortándolo en su frase pretenciosa- Gemma y yo fuimos el año pasado

La sonrisa forzada de la rubia desaparece cuando menciono lo último mientras se tensa, suspiro entendiendo que debo irme si no quiero decir algo más, me despido antes de darme vuelta alejándome a grandes zancadas. Borrara todas las memorias que hicimos en cada rincón de Mónaco para crear unas nuevas con él.

(...)

Suspiro incomodo moviéndome en mi lugar, el restaurante esta cerrado al público y los pocos autos en el lugar me hacen entender que los Leclerc y algunos de los pilotos ya están aquí.

¿No entrarás? -alzó mi mirada de mis zapatos cuando escucho su voz para encontrármela apoyada en las pequeñas escaleras-

¿Honestamente? -sonrío haciendo que asienta- no se que hago aquí, contando a Lando y a Max, no se si alguien más me soporte

Yo lo hago -rio cuando la escucho haciendo que su ceño se frunza-

No me malinterpretes Gemma, pero no te puedo creer eso -cruza sus brazos viéndome- no después de todo lo que te hice

No me malinterpretes Daniel, pero no es así -mi mirada la recorre dudoso cuando sonríe acercándose a mí- quiero que estés aquí

Siento que mi corazón da un vuelco cuando su rostro se acerca al mío, pero me siento ridículo cuando sigue avanzando hacia atrás, saltando a los brazos de Gasly. Niego subiendo casi que corriendo las escaleras de la entrada, mientras me tropiezo con Arthur quien habla emocionado con Sophie.

Daniel -asiente el menor saludándome con su mano, sonrío apretándola entre la mía- si supiera que esto iba a ser tan terrible, no te habría odiado tanto

Frunzo mi ceño cuando lo escucho, mientras Sophie ríe entrelazando su brazo con el mío.

Te lo dije Daniel, pero preferiste no creerme -niego sin saber que decir mientras ella se mantiene junto a mí viendo a Gemma llegar junto a su novio quien la toma por la cintura-

¿Por qué parece qué el tiene algo que lo hace más despreciable que yo? -susurro confundido mientras la chica se encoge de hombros- vamos Sophie, quieres mi ayuda, pero no me dices porque después de lo que le hice soy mejor

Sonríe por fin viéndome, es más baja que yo, pero con sus tacones solo son unos centímetros de diferencia. Le doy toda mi atención cuando parece que por fin me dará una respuesta, pero el sonido de un micrófono nos interrumpe.

Me gustaría tener la atención de todos -sonríe Felipe haciendo que Sophie suelte una suave queja mientras sigue bebiendo de su copa de champaña- Sophie, aún no digo lo que hay que celebrar, calma

La risa de todos a su forzado chiste parece hacer que la castaña junto a mí se moleste aún más, suspiro tirando levemente de su brazo para que disimule su expresión pero para ese momento ya nadie nos presta atención.

Gemma, volver a encontrarte definitivamente ha sido uno de los milagros más grandes de mí vida -sonríe el chico tomando sus manos mientras se detiene frente a ella, niego, no puede ser lo que estoy imaginando- no puedo volver a arriesgarme a perderte y frente a todas las personas que quieres, me gustaría preguntarte algo, ¿te casarías conmigo?

Lo primero que se escucha es el grito de emoción de Pascale, seguido del estruendo que hace la copa que Sophie sostenía entre sus manos cuando se estrella contra el piso, pero parece que solo yo escucho mi corazón romperse cuando Gemma responde que sí mientras me mira fijamente.