Insomnio. - Daniel Ricciardo

35.

Daniel Ricciardo más enamorado que nunca -sonrío Sophie recibiendo mi abrazo- un gran detalle

¿Sabes dónde está? -asintió señalando detrás de ella- ¿está sola?

Si preguntas por su prometido, tuvo una reunión de último minuto -se encogió de hombros haciendo una mueca- no vendrá

Los nervios la deben estar matando -negué viendo las flores que tenía en mi mano- iré a verla

Por supuesto, me encargaré de que nadie interrumpa -sonrío divertida corriendo en dirección a Charles-

Reí caminando hacia donde había señalado unos minutos atrás para encontrarme con una Gemma que esta de pie inmóvil frente a una caja de rosas.

Creo que llegué tarde -mi voz la hace girarse rápidamente, cuando nuestras miradas se encuentran levanto las flores en mi mano- me gano alguien

Son de Felipe -sonrío negando mientras se acercaba a mí- son rosas

Una mala decisión -susurre haciendo que asintiera- suerte que yo no falle

Las amapolas nunca fallarían -susurro igual recibiendo las flores después de dejar un beso en mi mejilla- Gracias, Daniel

¿Estás lista? -sonreí viendo a mi alrededor como las modelos se organizaban para salir, suspiro mordiendo levemente su labio-

Muero de nervios, pero se qué hay alguien muy feliz conmigo -asintió mostrándome su celular donde el fondo de pantalla era una foto de ella de pequeña- cambie el nombre de la colección a ultimo minuto, ¿crees que sea buena idea?

¿Cuál será? -su sonrisa vuelve a crecer cuando se acerca a mi para susurrar-

Vigilae -sonrío algo confundido sin entender qué significa- por las noches de insomnio en las que hice esta colección mientras pensaba en qué decisión tomar

¿Las noches tuvieron una respuesta? -mi sonrisa aparece cuando ella ladea su cabeza divertida-

Gracias por las flores -rio al notar como me está echando mientras asiento para darme vuelta-

Gem, cuando compre las flores -sus ojos azules me miran fijamente mientras hablo- la señora que me las vendió dijo que para las parejas las amapolas significan amor apasionado

Nosotros... -negó sonriendo, sonreí despidiéndome con mi mano-

A mí me gusta pensar que vamos a volver a ser una pareja -murmure antes de darme vuelta para ir a buscar mi asiento-

Saludo rápidamente a Charles, Charlotte, Arthur, Pierre y Camille quienes están junto a Sophie, una sonrisa se asoma en mis labios al ver como hay dos asientos vacíos junto a nosotros que tienen nombre, un detalle que solo podría ser pensado por Gemma Leclerc.

Hervé y Anna.

(...)

¡Eres una genia! -el grito de Sophie nos hace girarnos para encontrarnos con una Gemma que rápidamente es rodeada por sus hermanos y su mejor amiga-

Oigan, me ama más a mí que a ustedes muevanse a un lado -la risa de Gemma suena más fuerte cuando Pierre corre en dirección a ellos para volver a iniciar un abrazo-

A veces creo que rogaría por tener apellido Leclerc -ríe la francesa junto a mí-

Por los días de bote haría lo que fuera -susurre riendo al ver como Gasly se acercaba a nosotros para pasar su brazo por los hombros de Camille para acercarla a ella-

Suspire desviando mi mirada de ellos para ver a Gemma quien sonreía emocionada, ojalá nuestro amor fuera tan sencillo como el de ellos, ojalá yo fuera como Pierre y no estuviera tan asustado.

Iremos a cenar, ¿vendrás con nosotros? -la voz de Gemma me saca de mis pensamientos mientras asiento sonriendo-

Lo hiciste espectacular -sonríe al escucharme mientras recibe mi abrazo- 

Suficientes muestras de amor, iremos en scooters -sonrío Sophie pasando junto a nosotros- confiaré en ti Daniel para que lleves a nuestra diseñadora estrella 

¿Cómo te vas a subir en una con tacones, Sophie? -se burló Arthur viendo a la castaña que sonrío ampliamente-

Tú me llevarás -asintió mientras Gemma junto a mí ladeó su cabeza divertida-

Suena a que puede salir mal -rio la rubia al ver como Camille y Pierre reían a lo lejos porque no lograban sostenerse-

¿Confías en mí? -sonreí extiendo mi mano en su dirección-

Espero que no juegues con mis nervios, Ricciardo -susurro tomando mi mano para subir frente a mí-

Relájate Leclerc, la pasaremos bien -susurre inclinándome hacia ella dejando un rápido beso en su mejilla-

¡El que llegue primero al restaurante gana! -grito Pierre haciéndose a nuestro lado mientras Charles y Arthur se formaban en la misma línea-

¡Pierre! -el grito de Camille es opacado por las risas del francés quien es el primero en arrancar-

Definitivamente no vamos a perder -sonrío Gemma cuando pasamos junto a la pareja de franceses haciéndome reír-

No te atrevas Leclerc -negó Sophie cuando ella y Arthur lograron alcanzarnos por fin-

¡Ya casi! -el grito al unísono de Gemma y Camille hacen que Pierre y yo aceleremos más causando que todas las miradas de las personas en el restaurante estén sobre nosotros-

¡Ganamos! -el grito acompañado por el abrazo que me da la rubia me toman por sorpresa cuando somos los primeros en detenernos frente al restaurante-

Las risas de Camille y Pierre me hacen girarme para ver como ambos están en el suelo mientras Charlotte y Charles ríen intentando ayudarlos a levantarse y Sophie salta alrededor de Arthur celebrando que llegaron en segundo lugar.

(...)

Ha sido un año loco, ¿no es así? -sonrío Charles sentándose junto a mí mientras las chicas acompañadas de Pierre saltan al ritmo de la música del restaurante, por supuesto que Gasly conseguiría un lugar que tuviera fiesta-

Todo ha cambiado muy rápido -asentí viendo a Gemma quien reía abrazada de Sophie-

Cuando se fue te dije que nunca te perdonaría por haber hecho que la perdiera de nuevo -el susurro de el mayor de los Leclerc me hace girarme rápidamente a verlo, sonríe encogiéndose de hombros- hace mucho no la tenía cerca y no la veía sintiéndose así de viva, pero parece que ahora que volviste a estar junto a ella de nuevo lo hace

Solo somos amigos -negué restándole importancia-

Lo de Anna la habría destruido por completo -negó dándole otro sorbo a su trago- que tú estuvieras ahí estoy segura de que la ayudó, cometiste un error Daniel y todos podemos ver que te arrepientes de eso, deja de ser tan duro contigo 

Asentí cuando volvió su mirada al frente, suspirando porque era cierto, cuando la posibilidad de no estar en la parrilla el otro año se junto con el hecho de que Gemma se casaría solo me volví más duro conmigo mismo.