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Alargue un suspiro al escuchar el timbre de mi departamento, rodee en mi cama tomando mi celular para ver la hora, 2am. Gruñí leve levantándome mientras un bostezo salía de mis labios.

Gem -la sorpresa se hizo dueña de mi voz cuando vi a la pelirroja frente a mí en la puerta intentando tapar sus manos con las mangas de su hoddie- ¿qué sucede?

No logro dormir -susurró viéndome, sonreí  dando un paso a un lado para que pudiera entrar- yo debería dormir

Sus palabras eran torpes, como si se estrellarán entre ellas mientras se mantuvo inmóvil en bajo el marco de la puerta, viendo a detalle mi casa que ya era muy bien conocida por ella. 

Ven -susurré acercándome a ella para tomar su mano guiándola en dirección a mi habitación- no logras dormir porque nunca debiste irte de aquí

Al inicio es como si mi tacto fuera incómodo para ella cuando sujeto su mano, pero me sigue en silencio quitándose sus zapatos para subir a la cama, suspiro encendiendo la lámpara que hay sobre mi mesa para que de algo de luz, dudo unos segundos antes de acostarme junto a ella con cuidado tirando de la manta sobre mi cama para cubrirnos a ambos. El silencio es largo y llega a ser tan incómodo que incluso puedo escuchar el reloj que cuelga en la pared del pasillo, eterno y doloroso, una parte de mí siente alivio cuando la lluvia empieza a caer distrayéndome.

Tengo algo que decirte -asiento dándole toda mi atención, había evitado mirarla para no poner ninguna presión sobre ella- mañana estará en la prensa y quiero que tú lo sepas primero

¿Qué sucede? -mi voz es un poco dudosa cuando se acomoda para que quedemos frente a frente, muerde su labio inferior con un poco de fuerza mientras me mira fijamente-

Acabo de devolver mi anillo, no me voy a casar Daniel -la sorpresa recorre mi rostro mientras una pequeña lágrima se desliza por su mejilla- mi celular ya tiene el buzón lleno de llamadas de mi madre, Charles y Arthur lo sabían pero ella sin duda no lo veía venir

¿Cómo estás tú? -mi corazón late con fuerza frente a la ilusión de que tal vez volverá a dormir abrazada a mí todas las noches-

Tranquila -asiente dejando de verme para ver el techo- después de meses por fin hice lo que quería, tome la fuerza que me faltaba y fui capaz de decir que no

¿Cuándo sucedió? -no sé muy bien que decir y las lágrimas que siguen deslizándose por sus mejillas no ayudan a que me tranquilice-

¿Una hora? -jadeo leve, impresionado mientras ella cierra sus ojos sollozando- no podía hacerlo, ¿estar juntos para siempre? Debiste ver la cara de Felipe, pasó de no sentir nada a odiarme, y tiene toda la razón ¿quién puede querer o si quiera confiar en alguien que hace esto? Digo, faltaban horas para la boda y yo devolví ese anillo, tenía un vestido, tuve citas para mi cabello y aún peor, deje que Felipe creyera que teníamos una historia

Para cuando termina de hablar debe tomar una larga bocanada de aire porque sus palabras han salido muy rápido de sus labios, pestañeo unos segundos viéndola, notando que puede ser que este más frágil que nunca y entonces la rodeo con mis brazos, con fuerza manteniéndola cerca a mí. La pelirroja no se resiste y en unos segundos sus brazos rodean mi abdomen mientras esconde su cara con fuerza, dudo unos segundos sin saber muy bien que decir.

No creo que Felipe realmente te odie, Gem -mi susurro es como si cortara su respiración, suspiro antes de continuar- pero si le va a tomar tiempo entender que esto era lo mejor por los dos, porque en el fondo ambos lo sabían y tu fuiste muy valiente así fuera solo horas antes, elegiste cuidar tu corazón Gemma y eso vale demasiado

Mi madre no va a querer volver a verme -por fin separa su cara de mi pecho, sus ojos están rojos al igual que sus mejillas y la punta de su nariz, sus labios tiemblan levemente mientras sus ojos evitan verme del todo fijamente-

Pero tu papá estaría más orgulloso que nunca -atrapa con sus dientes su labio inferior que tiembla con más fuerza mientras vuelve a abrazarme con fuerza, alargó una bocanada de aire cuando su rostro queda muy cerca del mío, quiero besarla con fuerza y recordarle que estoy aquí pero no estoy listo y se que seguramente ella tampoco- descansa Gemma, yo estaré aquí, cuidando tu sueño

(...)

Suspiro al escuchar la alarma que suena en mi celular, la alarma que se supone me levantaría para ver a Gemma caminar al altar vestida de blanco pero ahora ella esta aquí, dormida en mi cama, envuelta en mis sabanas.

Esa alarma debería ser para otro evento -doy un pequeño salto para girarme, la pelirroja esta acostada de lado viendo en dirección a la ventana- 

¿Cómo te sientes? -se encoge de hombros cuando me acerco lentamente a ella, dudo unos segundos cambiando mi rumbo hacia la cortina para abrirla dejando entrar la luz, una pequeña sonrisa se forma en sus labios cuando siente la luz sobre su rostro-

Como el ser humano más traicionero, tal vez -niego sentándome en el borde de la cama, dobla sus piernas dándome espacio- ¿qué voy a hacer ahora, Daniel?

La verdadera pregunta Gem, es ¿qué quieres hacer? -suspira cuando apoyo mi mano sobre sus piernas-

Charles y Arthur dicen que debería irme, alejarme para despejar mi mente -desvió mi mirada de ella unos segundos, no quiero aceptar ese plan- pero no puedo hacer eso una vez más, no quiero escapar

Quédate entonces -mi mirada vuelve a sus ojos azules que se ven un poco más oscuros por el cansancio- quédate conmigo 

Me quedare pero.. -suspiro cuando inicia a hablar- necesito tiempo para decidir, no sé si este lista para saltar a esto

Entonces ni siquiera aún cuando no te casaras, logro tenerte -mi susurro inconscientemente esta acompañado por mi mano retirándose de su pierna- 

Dan... -en unos segundos esta sentada en la cama tomando mi mano, pero niego ante su tacto-

Esto también ha sido largo para mí Gem y no se si puedo seguir esperando -sus labios se cierran con sorpresa, sorpresa que yo también tengo pues no se porque estoy diciendo esto- estaba listo para perderte del todo, aprender a vivir siendo tu amigo pero esto me va a tomar tiempo 

Debería irme entonces -niego cuando se levanta, rodeando con mis brazos su cintura- 

Dije que no sé que pasará no que no quiero siquiera intentarlo -se relaja levemente bajo mi tacto cuando susurro en su oido mientras apoyo mi rostro en su hombro-

Yo no quiero hacerte más daño -gira levemente su rostro para verme lo que me hace sonreír- pero necesito tiempo 

Creo que todos los que estamos envueltos esta situación lo hacemos -susurro dejando de verla para ver que mi celular brilla sobre la mesa, las llamadas perdidas de los Leclerc están ahí junto al correo de mi representante pidiéndome considerar la oferta de Red Bull, suspiro volviendo mi mirada a la pelirroja que mira por la ventana con el ceño fruncido.

Aún nada estaba resuelto.

Insomnio. - Daniel RicciardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora