Insomnio. - Daniel Ricciardo

10.

Hola, visita express -sonrío Gemma llegando junto a mí, alce mis cejas divertido viendo su gorra de Ferrari- estamos en Monza, no me juzgues

Es mucho rojo -reí viéndola, rodó sus ojos escuchándome-

Muy gracioso, yo que venía a desearte suerte en las clasificación -bufo dándose vuelta, sonreí tomándola por detrás de la cintura- yo no hice comentarios sobre tu outfit en Miami

Olvidemos eso, mejor dime, ¿la buena suerte incluye un beso? -susurre en su oído bajo la mirada distante pero curiosa de Lando-

Pueden vernos -negó girándose para verme-

No es como que tu hermano no sepa -me encogí recibiendo mis audífonos que me extendía una de mis mecánicos-

¿Heidi sabe? -suspiré cuando sus ojos me miraron curiosos como siempre, asintió viendo su reloj-

No quiero ser yo quien le dañe el corazón, Daniel -me mantuve en silencio viéndola, sonrió cuando vio a Lando mientras lo saludaba con su mano- pero tampoco soy quien te va a pedir que seamos exclusivos

¿Por qué? -su mirada volvió a mí, no esperaba esa pregunta-

Porque no estaba en las reglas del trato -susurró viéndome, asentí analizando sus palabras, una parte de mí quería que lo hiciera-

¿Y nunca cambias las reglas? -sonreí haciendo mi mayor apuesta, suspiro tomando mi celular de mi mano-

Si las reglas cambiarán, tú y yo estaríamos en problemas -susurro poniéndome mis audífonos- porque me enamoraría de ti

Alce mis cejas sorprendido, ella sabía perfectamente que yo había escuchado eso pero fingió que no mientras le daba play a una canción desde mi celular.

Mi recomendación de la suerte -sonrío besando mi mejilla para darse vuelta y darle un corto abrazo a Lando antes de desaparecer en dirección a los boxes de Ferrari-

(...)
Gemma

Un grito de emoción sale de mis labios cuando el auto de Daniel se detiene frente al número uno. Sonrió grande extendiendo mis brazos en su dirección cuando corre en mi dirección al bajar de su auto.

Nadie puede como tú -susurró en su oído dejando un beso en su mejilla cuando se quita el casco y me abraza con más fuerza-

Gracias por estar aquí Gem -sonríe antes de soltarme para continuar-

Bueno, creo que Daniel nos debe una presentación -sonrío la mujer junto a mí viéndome- soy Grace, la madre de Daniel

Gemma, un gusto -reí cuando beso mi mejilla-

Dame tu número Gemma, te enviaré una linda foto -sonrío tendiéndome su celular, asentí anotándolo para al igual que ella fijar mi vista en el podio-

(...)
Daniel

Sentí mis ojos llenarse de lágrimas cuando escuché el himno de Australia en los parlantes. Esto no era solo un podio más, era la manera de demostrar que aún tenía talento y que haría todo para demostrarlo.

Reí cuando empecé a sentir las lagrimas deslizándose por mis mejillas, sus ojos azules estaban mirándome fijamente desde abajo junto a mi madre.

Suspire pensando en que podría ser así siempre, podrían ser las mujeres de mi vida pero ambos habíamos puesto reglas estupidas. Negué cuando me tendieron la champaña alejando de mi mente todos esos pensamientos.