Jack x lectora | ❝Mi Perla es tu Perla❞
Nada existe por azar, al igual que nada se crea de la nada. Todo tiene una causa, y si tiene una causa estaba predestinado a existir desde el momento en que la causa surgió. Debido a que la inmensa cantidad de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Ahora veo porque Jack Sparrow te tiene en la mira.
• ─────── ✾ ─────── •
Desperté un poco desorientada, había caido dormida de tanto llorar, estaba en brazos de alguien que me acaricia el cabello, me moví un poco para acomodarme y volví a cerrar los ojos.
—¿Jack? —pregunté aferrándome a la persona que me estaba abrazando y dando caricias.
—________... ya despertaste —apreté un poco más el agarre, sentía mis mejillas con lágrimas secas.
No era Jack, era Will.
—Sí —susurré y traté de pararme, Will me ayudo —¿Dónde estamos? —pregunté una vez me separe de él sentándome a su lado.
—Con tía Dalma —asentí confundida, no sabía qué hacíamos aquí.
Todo estaba en silencio, yo me dedique a ver el suelo mientras jugaba con mis dedos para distraerme, me canse y empecé a jugar con mi cabello, como era largo podía fácilmente trenzarlo un poco y después volver a destruirlo para seguir con lo mismo.
Levante la mirada cuando tía Dalma se detuvo frente mío con una bandeja con bebidas alrededor, y en el centro un par de velas.
Negué, no tenía ánimos ni para comer o beber.
—Te quita el frío... y la tristeza —volví a verla y ella asintió con una imperceptible sonrisa, agarre uno y lo bebí —Es una lástima... sé que crees que con el Perla... habrías capturado al diablo y liberado el alma de tu padre —se dirigió a Will.
—No importa ya, el Perla se ha ido... junto con su Capitán —bajé la mirada y me fui con Elizabeth que estaba sentada en las escaleras, ella al verme me sonrió un poco y me abrazo por encima del hombro, puse mi cabeza en la suya.
—Sí... el mundo ha perdido parte de su brillo... siempre nos veía la cara —sonreí levemente —Pero su lado honesto al final gano —miré a Elizabeth, se había puesto tensa y dejo de abrazarme.
¿Qué le pasaba?
No le tome importancia y me puse recta, bebí un poco más. Tía Dalma tenía razón, te quitaba el frío y ya no sentías tanta tristeza.
—Por Jack Sparrow —dijo Gibbs extendiendo su bebida.
—Jamás habrá otro Capitán Jack —declaró Raggeti.
—Era un caballero afortunado —le siguió Pintel.
—Un buen hombre —ahora Elizabeth.
—Un idiota —dije sonriendo levemente, pude sentir como todos me miraban —Mi idiota —levante la mirada notando como Gibbs, Pintel y Ragetti me sonreían un poco.
