Jack x lectora | ❝Mi Perla es tu Perla❞
Nada existe por azar, al igual que nada se crea de la nada. Todo tiene una causa, y si tiene una causa estaba predestinado a existir desde el momento en que la causa surgió. Debido a que la inmensa cantidad de...
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—Creo que Jack le contagio su hábito de tener problemas.
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—¿Qué hacen? —pregunté.
—Tú también ________ —miré a Angélica, ella se acercó poniéndome una venda al igual que Jack.
—Al menos llévame con Jack —me guio, no miraba nada —¿Jack? —dije tocando a alguien, eleve mis manos a su rostro y sonreí al reconocerlo.
—Amor soy yo —dijo también poniendo sus manos en mi cara.
—Lo sé —agarre una de sus manos entrelazándolas.
Me agarraron del brazo y me empezaron a llevar, caminamos sin saber a donde y de la nada nos detuvimos bruscamente.
—Es tu turno Sparrow —me sobresalte y sentí como me quitaban la venda, Angélica.
Mire a la izquierda, Barbanegra le había quitado a Jack.
—¿En serio era necesario? —pregunté por las vendas.
—Para ocultar la exacta ubicación de mi nave, soy muy desconfiado —respondió Barbanegra mirándome, asentí.
—Igual que yo —Jack saco su brújula, nos separamos de los demás dando unos pasos adelante y mire a la brújula —Y lo que quiero más es... —la abrió y sonreí al ver como me apuntaba de nuevo, lo mire y él sonrió pícaramente, la volvió a cerrar y espero un poco para regresar abrirla —El paradero de la nave.
Jack y yo empezamos a caminar adentrándonos en un bosque, divise atrás y vi el ataúd de vidrio con la sirena, hice una mueca, me daba pena. Volví a mirar al frente cuando sentí agua en mis pies, nos adentramos en un río que me llegó hasta la cintura.
—¿Por qué tiene que venir con nosotros? —escuche a Scrum refiriéndose a la sirena.
—Porque se secan las lágrimas, tienen que estar frescas —contesto Angélica detrás de nosotros.
—¿Cuál dijiste que era el ritual? —pregunto Jack volteando un poco para mirarla —Agua de la fuente y la lágrima de una sirena...
—Y dos cálices Jack —declaró —Una copa con la lágrima y la otra sin ella —asentí escuchando.
—Una con la lágrima y agua en ambas —repitió mirándome —Qué complicado, ¿No? —sonreí levemente al saber cuáles eran sus intenciones.
—Pones agua en las dos, la lágrima en una. La persona que bebe el agua con la lágrima extrae los años de vida de la otra —se situó entre los dos.
—¿Y como cuántos? —pregunte y Jack retrocedió un poco al ver una serpiente.
Angélica se acercó a ella y la agarro sin problemas pasándola detrás de su cuello.
