MELODÍA DE SIRENA

Epilogo

___________________Narra Shin en todo el epiologo__________________

-No... Puede ser... -intentaba decir cayendo al suelo de rodillas. -Mi... mi... ¡Ella ha muerto! -grité mientras lloraba lleno de ira, rabia y culpabilidad. -Y yo sin hacer nada... Solo culpándola...

Empecé a apretar el colgante con rabia y este empezó a brillar emitiendo un aura similar al de Rania.

Seis meses después:

Hoy es el día en que saldrá la nueva Princesa Sirena del Atlántico Norte. Muchas veces, Rania se me aparecía en sueños ayudándome a seguir hacia delante (Cosa que yo no pude hacer con ella) y siempre protegía la perla como si fuese ella misma. Era lo único que me quedaba de ella y quería protegerlo.

Empecé a hablar con las demás ya que antes solo lo hacía para conseguir información de Rania. Y Coyta me dijo que estaba enamorada de mí. En ese momento la rechacé porque tenía dudas pero después la acepté. Le prometí a Rania en una de nuestras conversaciones que sería fuerte y seguiría hacia delante.

Estando con Coyta no sentía lo mismo que sentía con Rania pero disfruto con ella a pesar de seguir teniendo dudas. No se si la utilizo para compensar la pérdida de Rania , porque siento algo por ella o solo por diversión. Espero que le tiempo lo diga. Lucía, Haron, Seira, Nodiel, Coyta, Ikuto , Kairen y yo fuimos al Atlántico Norte para recibir a la nueva Princesa Sirena del Atlántico Norte.

La perla brillaba con gran intensidad. Rodeaba a Coyta por la cintura con mi brazo esperando que mis cuidados hubiesen dado sus frutos. La perla se agrandó y de ella salió una chica de dieciocho años exactamente igual que Rania. Todos nos sorprendimos. Por un momento pensé que era ella y volveríamos a estar juntos. Era el que estaba más impresionado y ya estaba pensando que podríamos hacer juntos. Pero sentí una corriente cálida y la misma sensación que sentía cuando Rania me besaba. Comprendí que esa sirena no era Rania. Podía ser exactamente igual pero en el fondo no lo era. En ese momento lo tube todo claro:

Amaba a Rania y nunca dejaría de amarla, pero no podía vivir en el pasado, y también sentía algo por Coyta. Había recibido la oportunidad de que otras personas se hayan abierto hacia mí y les estoy agradecido.

Todo ha vuelto a empezar.