Otro problema

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Las demas princesas no nos iban a dejar por lo que hicieron lo mejor que se les da: Cantar.

Shin y yo, empezamos a escucharlas cantar y ví como él empezó a emitir una luz amarilla intremitente. Los dos cogimos mi micrófono y empezamos a cantar con las demás.

El palacio empezaba a derrumbarse sobre nosotros pero esa luz, cálida y brillante nos protegió. Salimos hasta donde estaban las demás y me preguntaba por qué Shin emitió esa luz. Creo que él no puede hacerlo y se me pasó por la cabeza el nombre de la Reina del Agua aunque sacudí mi cabeza intentando borrar ese pensamiento. Todas se acercaron y nos preguntaron:

-Menos mal que habeís salido. -Dijo Kairen.

-¿Pero cómo si todo estaba derrumbado? -Preguntó Haron.

-¿No dijiste que no podías salir?  -Preguntó Nodiel mirando de mala forma a Shin.

-Si pero la maldición se ha roto. -Confirmó él.

Los dos estábamos agarrados por el brazo cuando le intenté besar pero había algo extraño que nos separaba. Intenté tocarle pero no podía.

Empecé a angustiarme y preocuparme cada vez más. Por un momento, se me ocurrió la idea de que todas intentasen acercarse a él para averiguar si yo era la única a la que no podía tocar.

Ellas se acercaron hacia donde estaba él y no tubieron ningún problema.

-No... No puede ser. -Pensé con los ojos abiertos, con una mano apollada en la barrera y la otra tapándome la boca del asombro.

MELODÍA DE SIRENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora