Parte 1 Capítulo III

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La tarde pasa lenta y me es extraño decirlo, pero es tranquila. No hay ni suecos, ni comisión, ni doppelgangers, nada. Es la primera vez que puedo descansar y bajar la guardia.

Mi cuerpo levita a un metro de la cama y muevo los brazos y las piernas como si estuviese flotando en el agua, acariciando el aire con las llemas de mis dedos, mi mirada está perdida en el techo blanco de la habitación y se desliza por las pequeñas grietas que tiene la vieja pintura.

Por más que trato de relajarme no puedo, no me siento bien al hacerlo, hay algo que no me termina de gustar, me incómoda, pero no encuentro el motivo. Es una extraña presión en el pecho que a ratos se va y regresa haciendo que deba exhalar entre suspiros para liberar esa presión.

-¿Está todo bien?- Cinco está a los pies de la cama y me observa sonriendo a medias, viste un bata de baño, igual a la que tengo puesta yo. Se me hace raro verlo sin uniforme, había estado tan acostumbrada a verlo siempre vestido de una misma forma.

- Sí. - desciendo lentamente hasta sentir las sábanas rozar mis piernas y mi cabeza descansar en la mullida almohada de la cama. - Todo está bien.

Le respondo de tal manera que hasta a mi me es extraña, siento que le respondí más bien por propia rutina, incluso con el tono en el que lo dije me parece falso, y él lo nota.

- ¿Sigues pensando en lo de hace un rato? - sube a la cama y se recuesta a mi lado. Ambos miramos al techo blanco y agrietado.

- ¿Así de transparente soy?- le contesto en tono burlón y escucho como respola por la nariz.

- Un poco - de soslayo veo que se da la vuelta y descansa su cabeza en su mano, mirándome. -Pero pocos saben leerte.

Me recuesto de lado para poder darle la cara. Dejo que mi cabeza descanse en la almohada y muevo mi mano cerca de la suya, él la toma y comienza a frotar su pulgar con mi mano.

- Háblame.

Dice en un tono dulce y profundo.

- Me siento pérdida ¿Sabes?- Suspiro y aprieto su mano- Se que tomar el suero es la decisión correcta para mi y para ustedes, pero no es fácil, no sé si en verdad funciona o si hay efectos secundarios y que tal si yo, no....- hincho mi pecho con aire y me detengo un momento, por más que quiero, las palabras no salen di mi boca. Cinco me mira atento y espera pacientemente a que siga hablando- ¿Qué tal si yo pierdo el control y los lastimo? Tengo miedo, Cinco. Genuinamente tengo miedo.

Apenas y termino de hablarle con un hilo de voz. El no dice nada y solo me observa, pero no siento que lo haga juzgandome, sus ojos brillan y su parpadear es tan lento que me causa sueño.

- No va a suceder nada de eso.- rodea mi cintura con un brazo y me jala hacia él -Te prometo que nada malo sucederá mientras yo esté aquí.

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Transcurridas las dos horas bajamos al bar, y aun siendo difícil de creer, mis hermanos eran puntuales y estaban abajo, esperándonos.

"¡Wow! Seguro va a temblar"

-increíble....

- Por primera vez todos están aquí.....

Cinco y yo bajamos juntos, acercándonos Al bar. En lo que a mi respecta, mi atención va de la mesa donde están mis hermanos a la barra donde hay servidos distintos cócteles que tienen una excelente pinta, en especial los martinis.

"Me lo merezco"

Tomo uno de esos y Cinco opta por un coñac. Ambos nos acercamos a la mesa de nuestros hermanos que disfrutan de comida china, aunque solo sean Diego y Klaus ya que Luther la debora casi sin siquiera masticar.

El diario de Cero.H Vol.3 (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora