El diario de Cero.H Vol.3 (PAUSADA)

Parte 1 Capítulo IV

— Dime Cero ¿Ya tienes una respuesta?

Papá y yo bajamos por las escaleras hacia el laboratorio una vez más. Adentrarme en la academia fue cosa sencilla, teletransportarme a la oficina de papá siendo invisible y eso era suficiente. Casi lo mato de un infarto cuando aparecí frente a él, pero lo importante es que seguia aqui y me dará lo que busco.

El incidente de ayer me hizo pensar mucho las cosas y me ayudó a tomar una decisión al respecto, una decisión que cambiará mi vida ya sea para bien o para mal, pero es lo que debo hacer y estoy dispuesta a aceptar los riesgos y consecuencias que conlleve.

— Lo haré.

La respuesta sorprende a papá tanto que se detiene a la mitad de las escaleras.

—¿Lo harás?— pregunta sin girarse a verme — ¿Qué te hizo tomar esa decisión, Cero?

Me teletransporto al final de las escaleras, justo a donde empieza el laboratorio.

— No es algo que te importe. Por favor, apresuremonos, pronto serán las seis de la mañana y los Sparrow notarán que no estás y peor, sabrán que yo estoy aquí, igual que mi familia y te advierto que si vienen a buscarme y tu nuevo circo les hace algo, les arrancaré el corazón y se los meteré por la garganta, iniciando contigo.

— Muy bien.— me alcanza al final de las escaleras— Iré a preparar todo, enseguida vuelvo.

Se va por el largo pasillo y desaparece dentro de una habitación.

Me sigue sorprendiendo lo diferente que es este laboratorio y lo limpio que es, voy por el pasillo dandole un vistazo a las habitaciónes que estan abiertas y en ellas hay cajas de carton apiladas, en otras escritorios con objetos, hojas y cuadernos, y algunas habitaciones más están cerradas. Mi vista se detiene en una en particular donde no hay nada, está oscura y la puerta entre abierta y no como las demas que estan abiertas de par en par. Es la habitación más alejada de todas.

Hecho un vistazo a mi alrededor para ver que no haya nadie y decido entrar. En efecto no hay nada, pero puedo distinguir una manta que cubre algo en el rincón más oscuro. Algo de ahí despierta mi curiosidad y me acerco a eso que está en la esquina. 

Este es el único lugar donde parece no han limpiado en mucho tiempo, tiene una gruesa capa de polvo y la manta blanca se ve mas gris que blanca. Al lado de la manta hay dos cajas de cartón en las que hay algunos libros y cuadernos y demas objetos cubiertos por el polvo. Me pongo en cuclillas y acerco una de las cajas hacia mi. Al hacerlo también jalo un poco la manta y descubro una esquina de lo que está debajo de la tela. Por la poca luz que entra del pasillo puedo distinguir lo que es. Parece un marco de color dorado maltratado y al que se le está cayendo la pintura.

Me vuelvo a levantar y tomo la manta entre mis manos. Volteó hacia atrás para ver que nadie venga y jalo la manta para quitarla. Una nube de polvo se levanta y hace que me piquen los ojos y la nariz.

Parpadeo y rasco mi nariz con el dorso de mi mano. Vuelvo la atención al cuadro y dejo caer la manta a mis pies.

En el cuadro está una chica de cabello castaño y se pueden apreciar algunos reflejos dorados en él. Sus ojos son de un color cafe claro, justo como la canela. Está sentada en un sillón y lleva un vestido color rojo y un saco con el escudo de la academia sparrow, está sonriendo, parece que genuinamente está sonriendo....

Esa chica se ve un poco mayor de lo que me veo yo, quizás de unos veinte o veintidós años. De cualquier forma, se ve igual...

Me detengo a pensar y poco a poco mis manos suben y se deslizan por mi rostro, como si al hacerlo estuviera pasando mis manos por esa pintura. Entonces me doy cuenta en ese preciso momento, ó más bien acepto lo que ya en mi mente estaba rondando desde que descubrí el cuadro.