↻ Capítulo 05: Heridas

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—¿Pa…padre, qué hace despierto? —preguntó Jeongin, intentando que su temor no fuera percibido.

—Dime, diablillo, ¿por qué carajos me llamaron de la escuela?

—Ah, eso, es porque tenía fiebre.

—¿En serio? ¿Y por qué ocurrió eso?

—Eh, bueno… —Nervioso, comenzó a hacer gestos con sus manos. ¿Por qué la mirada de su padre adoptivo era tan penetrante? ¿Por qué los huesos se le congelaban al pensar en lo que era capaz de hacer ese hombre?—. Me enfermé… por mis propios descuidos.

—¡¿Entonces por qué no se lo dijiste a esa mujer?! La hija de perra me preguntó si estabas durmiendo y alimentándote bien. ¿Quién se cree que es? ¡El hombre de esta casa soy yo! ¡Yo decidiré qué comes y qué no! Ahora, creo que es hora de castigarte por no portarte bien y dejarme como el malo.

Diciendo estas palabras, el señor Yang comenzó a caminar hacia Jeongin. Jeongin daba un paso hacia atrás cada vez que su padre se acercaba. Su corazón latía tan agitadamente que parecía que se iba a salir. El señor Yang se acercaba con lentitud a Jeongin para que su miedo fuera más tortuoso y prolongado. Por fin, cuando la espalda de Jeongin tocó la pared, las manos de su padre se colocaron alrededor de su cuello y lo rodearon con vigor. Sus dedos se situaron perfectamente sobre aquella piel mientras oprimían con fuerza hasta provocar un agonizante dolor.

—Ahora, dime, Jeongin, ¿quién es el culpable de que se me acuse de mal padre? —Apretó aún más su agarre. Jeongin comenzaba a patalear en busca de aire.

—Yo… yo soy el culpa…ble…

—¿Cómo dijiste?

—¡Soy… soy el culpable!

Finalmente satisfecho, el señor Yang soltó a Jeongin, quien cayó al piso sin nada de fuerza. Mientras buscaba tomar aire y normalizar su respiración, Jeongin sentía todavía el tacto de su padre quemando su piel. ¿Qué demonios le pasaba a ese hombre? ¿Acaso quería matarlo o qué? Levantó levemente su mirada. El maldito de su padre ya se había ido. Todavía con miedo, caminó sigilosamente hacia su habitación. 

Cuando estuvo dentro de su dormitorio, Jeongin se aseguró de cerrar la puerta con llave. Lanzó su mochila hacia un lado y se acostó. Se envolvió entre las sábanas hasta parecer una oruga. Había pasado mucho miedo. Su corazón latía con tanta fuerza que creyó, por un momento, que se le detendría y moriría ahí mismo. Su padre adoptivo estaba loco; aunque loco era poco para cómo Jeongin lo veía. Pero lo que más temía era que, en cualquier momento, podría matarlo por alguna de sus estúpidas rabietas. 

꒰ 𝗰𝗼́𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗲𝘀 ⋆ 𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨𝘪𝘯 ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora