.ೃ 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗶𝗻𝗮𝗹 ༘
Yang Jeongin perseguía un ambicioso sueño y Kim Seungmin, una vida que estaba más allá de su alcance. Jeongin vivía entre las cenizas de una ruptura que destruyó su ilusión de tener una familia y una vida norm...
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─────┈ • ⋆ 同谋 ⋆ • ┈─────
Yang Jeongin y Kim Seungmin, dos chicos completamente distintos, que desde muy jóvenes han experimentado el sabor del abandono y la desaprensión. Mientras que Jeongin es rebelde, impulsivo, testarudo, intranquilo y poco sensible, Seungmin es de mantener siempre la calma, estar callado, ser emocional y transigente. Pero, aunque sus personalidades y gustos estén muy lejos de converger, ambos tienen algo en común que los marca infinitamente, y ese es el hecho de ser huérfanos.
Ellos se conocieron por primera vez en un orfanato, cuando Seungmin tenía apenas seis años y Jeongin, cinco. Por ese tiempo, ambos fueron el pilar de apoyo del otro.
Siempre estaban juntos: reían, se divertían, lloraban, se consolaban y se daban cariño. Así, se fueron convirtiendo en todo aquello que sus cuerpos infantiles necesitaban. Ellos mismos se brindaron la calidez que la ausencia de una familia no pudo darles. Asimismo, llegaron a ser tan cercanos que decidieron que, el día en que alguien se interesara en adoptar a alguno de ellos, esa persona tendría que adoptarlos a ambos. Tal condición parecía ser “la típica promesa incumplida de un infante”. Pero cumplieron con su juramento hasta el final de sus días en el orfanato; por lo que, en varias ocasiones, tuvieron que ver cómo las familias se iban sin adoptar a ninguno de los dos.
Cada vez que Jeongin quería llorar. Cada vez que sentía que los obstáculos de la vida eran demasiada carga para él, se escondía en el jardín trasero. Después, Seungmin iba a verlo y lo estrechaba entre sus brazos para darle todo el calor y cariño que nadie pudo transmitirle jamás. Así, sin que se dieran cuenta, ambos desarrollaron un profundo aprecio hacia el otro, aprecio que nunca pensaron que algún día podría convertirse en algo más.
Cuando Seungmin llegó a sus 12 años y Jeongin a los 11, la relación que ambos mantenían se tornó un poco fría y menos íntima; puesto que ya no eran los mismos niños inocentes que no se daban cuenta de lo que podrían llegar a causar sus acciones. A ello se sumaba el hecho de que, al haber crecido, sus esperanzas de ser adoptados eran aún menores. Y a pesar de todo eso, conservaron un poco su amistad; ya que, cuando fueron llevados a una casa de acogida, siguieron con su apoyo mutuo. Así fue hasta que la adolescencia alcanzó su punto máximo y el amor se apoderó de sus corazones, solo que quizás no fue de la manera adecuada.
—Seungmin, he escuchado que te gusta Yuna, ¿eso es cierto?
Seungmin y Jeongin se encontraban en un callejón. Era bastante tarde: el Sol estaba a punto de ocultarse. Sin embargo, no tenían intenciones de regresar a su casa de acogida todavía, o al menos, así era para Jeongin, quien —sintiéndose cada vez más furioso— pateó un cubo de basura con demasiada exasperación. Y, con las manos hechas puños, exclamó:
—¡Respóndeme! Te gusta ella, ¿sí o no?
Seungmin conocía a Jeongin como a ninguna otra persona; por lo que sabía con claridad que este, al estar enamorado, no entendería de nada más.
