꒰ Epílogo: Eternidad ꒱

352 52 15
                                    

─────┈ • ⋆ 同谋 ⋆ • ┈─────

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─────┈ • ⋆ 同谋 ⋆ • ┈─────

La brisa bate con suavidad. Alborozado, Seungmin conduce por las calles de su ciudad, rumbo al aeropuerto. Sus labios se extienden, mostrando una sonrisa de labios. Y sus ojos se llenan de estrellas y brillos al recordar que pronto verá a Jeongin otra vez. Su cuerpo está inquieto; pero no puede permitir que la intranquilidad lo distraiga de la conducción. Así discurren los minutos hasta que llega al aeropuerto y se baja del coche. Camina impacientemente hacia el área en donde aguardan los recién llegados. Jeongin todavía no está allí. Seungmin ha llegado demasiado temprano, pues las incontenibles ganas de ver a su pelinegro le hicieron estar fuera de la cama desde la madrugada.

Para su suerte, solo tuvo que esperar diez minutos, y, finalmente, pudo ver a Jeongin.

—¿Jeongin?

El mundo parece haberse detenido cuando las miradas de Jeongin y Seungmin se encuentran. Han pasado seis años sin verse, seis años cuando su único medio de comunicación fueron las llamadas. En cambio, ahora Seungmin puede ver perfectamente a Jeongin frente a él. Jeongin está un poco más robusto; su rostro ya no se ve tan aniñado; y, sin embargo, a Seungmin no le faltan las ganas de lanzarse sobre él y tratarlo como un bebé.

—Te extrañé tanto —musitó Seungmin, abrazando fuertemente a Jeongin, quien sonríe por la muestra de afecto de su hyung.

Para Jeongin, Seungmin también ha cambiado mucho. Ya no parece un niño dulce e inocente; ahora, parece un hombre, fuerte y comprometido. Sonriendo, Jeongin correspondió el abrazo y colocó sus manos alrededor de la cintura de su hyung. Entonces, se abrazaron durante unos minutos, sin importarles ni un poco que las personas estuvieran mirándolos. Ellos simplemente necesitan recuperar el calor que hace mucho no han sentido.

—Yo también te extrañé mucho, Seungmin-hyung —murmuró, rebosante de alegría—; pero si no dejamos de obstruir el paso ahora, nos echarán del aeropuerto.

—Tienes razón. —Soltó una risita avergonzada—. Vayamos a casa.

Enseguida, agarraron todas las maletas de Jeongin y las llevaron al auto. Luego, se dirigieron a la casa de Seungmin, la cual ha empezado a hipotecar hace un año. En el transcurso, Jeongin mira con nostalgia los edificios de esa ciudad. No sabía cuánto la había extrañado hasta que estuvo frente a ella. Su tierra… Después de que lograron salvar a su padre adoptivo y se lo llevaron preso, Jeongin no volvió a poner un pie sobre esa ciudad. Entonces, se pregunta cómo le están yendo las cosas a todos sus conocidos: Jisung, Chan, Changbin, Minho, Chaeryeong. Una melancolía comienza a llenar su pecho. ¿Cuánto habrán cambiado las cosas? ¿Todavía se acordarán de él? Jeongin ahora es una mezcla de sentimientos y pensamientos. Se arrepiente de no haber sido mejor persona en su juventud; no obstante, también percibe las cosas bellas que vivió al lado de sus compañeros.

꒰ 𝗰𝗼́𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗲𝘀 ⋆ 𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨𝘪𝘯 ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora