Me llamo Destro Garditore. Tengo 27 años. No tengo pareja ni hijos, hay quien diría que estoy casado con mi trabajo. No me tomo este hecho a mal, ya que tengo uno de los trabajos más apreciados del mundo, soy el Jaikiden del espíritu. Soy encargado de proteger el distrito de América del Norte. Me gusta leer, estudiar, entrenar, hacer estrategias para mis misiones, es mejor prevenir que curar. Mis compañeros me describen como alguien reservado, poco expresivo, distante, pero en el fondo sé que todos ellos me aprecian como uno más de ellos, a pesar de ser uno de los más jóvenes y recientes de los integrantes de los Jaikiden. Soy alguien muy habilidoso, siempre peleo con dos espadas, son mis mejores amigas. Aunque lo que realmente me hace digno de ser uno de los héroes más poderosos de la Tierra, es cuando libero mi poder, puedo hacer cosas extraordinarias. Hoy el destino me puso en Manhattan, frente a un nuevo rival, bastante curioso de ver, tan solo tengo que ganar tiempo hasta que lleguen los refuerzos.
Calma. Thorcan ya no sentía miedo, no tenía la necesidad de gritar ayuda, de hecho, sentía una cálida emoción. Estaba delante del mismísimo Jaikiden del espíritu.
-Respondes a nombre de SAM, ¿no es cierto? - pregunta Destro, girando un poco la cabeza para mirar con más atención a toda la figura de SAM - Dime, ¿eres hombre o mujer?
SAM no responde. No se acobarda, simplemente estaba muy pensativo. Destro no iba a atacar. SAM tampoco iba a atacar. Thorcan simplemente se sentía más seguro, ¿quién no lo estaría delante de un Jaikiden?
-Veo que se te han quitado las ganas de hablar.
-Debes de ser un hombre fuerte, ¿cuál es tu poder?
-Si te lo dijera, me quedaría en una clara desventaja. Por favor, ¿no me conoces?
SAM no quiso responder. No le gustaba ni un pelo ese tipo. Veía dos espadas alrededor de su cintura, pero las posibilidades eran infinitas.
Un momento, hay alguien más. SAM estaba inquieto, sabía que había alguien más. Daba vueltas y vueltas sobre sí mismo, buscando quién más había, y ahí lo vio.-Llegas tarde, Tonio. - añadió Destro.
Frente a SAM apareció otro hombre. Vestía de traje y corbata. Una chaqueta negra, y la corbata azul. Tenía un pelo negro, caído hasta un flequillo levemente levantado. Tenía una mirada seria, con un leve par de ojeras en sus ojos. Iba muy arreglado para ponerse a pelear a la ligera, aunque, la humanidad había visto muchos héroes, muchos trajes extraños, ver a un héroe en traje y corbata era algo aceptable, aunque no sea un héroe cualquiera en este caso.
-¿Tonio? ¿Tú quién eres? - SAM se quedó inundado por la duda.
-¡Tonio! ¡El Jaikiden de la sabiduría! - Thorcan iba a soltar lágrimas de alegría a este paso, dos Jaikiden llegaron al rescate.
¿Realmente era un rescate? ¿Acaso Destro y Tonio saben que Thorcan está cautivo en el interior de SAM?-Mi nombre es Tonio Lombardi, puedes llamarme sólo Tonio. Tú debes de ser SAM, qué lástima me daría ser tú.
SAM se puso en guardia. Escozor en las manos. De nuevo. Thorcan apretó los dientes. Tenía que aguantar el dolor. SAM lo va a volver a hacer, pero esta vez no lanza ningún ataque. Solo actuaba defensivo. En el momento en el que alguno de los dos se lanzara a atacar, actuaría sin pensarlo.
Tonio dio unos pasos hacia SAM. A la vez que Tonio se acercaba, SAM se alejaba, sin bajar la guardia.-¿Por qué sientes lástima por mí? - le pregunta SAM a Tonio.
-Has matado a dos de mis héroes locales y has mandado al otro al hospital. - interviene Destro.
-Vamos a sacarte de Nueva York, vamos a enviarte lo antes posible a un lugar donde no hagas daño a nadie. - añade Tonio.
-Sois patéticos, humanos. Vuestras ideas lo son todavía más.
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C.H.A.S.E.
AksiDiferencias, secretos, superaciones y luchas... Miles de historias ocurrirán en el entorno de Aoi Thorcan, un joven el cual recibe la noticia de que la formación de héroes que protegen su planeta está buscando nuevos integrantes después de décadas y...