~ 𝑚𝑜𝑜 ~

final (+18) (2/3)

"— me siento tan feliz que mi pequeño ya haya podido ser feliz después de tanto tiempo —"

Un desconocido lo había escuchado. Ese pequeño al que se refería la francesa... ¡¿Era USA?!

El desconocido se sintió feliz, él quería ir a verlo pero él no tenía idea de dónde estaba viviendo USA. Ahora que lo notaba, ellos siempre tenían un gran pedazo de papel en sus manos, era un mapa!

Pero poder obtenerlo debía sacarselo sin que ellos lo sepan.

A la noche, cuando todos se encontraban durmiendo pacíficamente, él se metió por la ventana con cuidado para no provocar algún ruido. Ya dentro, él buscó con la poca luz que la luna le daba aquel mapa que necesitaba. Lo buscó por toda la sala y por fin lo encontró en la cocina, que estaba al lado de la sala, debajo de un tarro de galletas.

Él movió el tarro con suavidad, agarró el mapa y volvió a poner el tarro donde estaba para que no sospecharan. Él salió de nuevo de ahí por la ventana. Apenas salió, él abrió el mapa y vió lo mejor.

El lugar en donde vivía USA estaba a dos kilómetros de donde estaba el pueblo y el lugar donde vivía USA.

Él estaba emocionado por volver a verlo.

Al día siguiente, él fue caminando para allá con un ramo de flores en mano y con mapa doblado en su bolsillo. Después de casi media hora de caminar, llegó por fin al lugar de USA.

Se acercó a la puerta y antes de poder tocar, escuchó unas risas y fue la peor decisión de ver por la ventana.

USA tenía una familia con alguien más.

USA estaba con otro toro con el cuál tenía a un bebé, un niño, un adolescente y a un adulto. Vió bien a los niños y se dió cuenta de que tres de ellos se parecían a el toro y a USA menos el adulto.

Ese era su hijo.

Lo sabía por las estrellas amarillas que tenía el adulto.

Pero le rompió el corazón escuchar que su hijo le decía papá a ese toro. Por la frustración se fue de ahí con lágrimas en sus ojos.

Alguien normal se iría y lo dejara ser feliz con su nueva familia pero...

China estaba decidido en recuperar lo que era suyo.

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Rusia:- hoy llegaré tarde con Russell, amor - habló mientras le daba un pequeño beso en la frente a su vaquita - cuida bien de nuestra pequeña y esta noche te lo recompensare - habló con un tono muy pícaro de su parte.

USA:- lo haré por mi torito - dijo para darle un beso en los labios - te esperaré con ansias - con un poco picardía. Dios, ya quería que llegara la noche y le diera esa tan ansiada "recompensa" que su toro le iba a dar.

Después de un rato, el ruso llevó a su hijo Rumika a la escuela y se fue a trabajar junto a Russell en ese bazar que tenían un poco lejos de su casa. Para no aburrirse, empezó a limpiar su casa mientras tarareaba alegremente una canción de su infancia. Si él pudiera, escucharía esa canción por el resto de su vida sin cansarse.

Para cuándo había terminado de limpiar la sala y toda su casa, alguien golpeó la puerta. Él, con ansías, fue abrir, pensando de que su esposo en realidad no iba a llegar tarde hoy y vino temprano. Al abrir la puerta, alguien le había puesto un paño en su boca y lo durmió.

Al llegar la noche, Rusia fue el que tuvo que retirar a su hijo, Rumika, de la escuela. Apenas entró, encontró con todo en su lugar nada fuera de lo común hasta que notó que había mucho silencio.