final (1/3)

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En el pueblo, había una familia contenta por el nacimiento de un nuevo miembro en su familia. Ellos habían invitado también a una familia cercana a ellos para que pudieran ver tal milagro.

— mamá ¿Por qué estamos aquí? — preguntó el niño de unos diez años de edad.

— la familia de UK tienen a un nuevo miembro — respondió su madre — nos invitaron para que podamos celebrar con ellos —

— pero mamá eso es aburrido —

— habrá bocadillos —

— no tan aburrido — la señora había reído ante aquella respuesta de su pequeño. Al menos su hijo había cambiado un poco su opinión sobre ir a la casa de UK.

Una vez llegaron ahí, fueron bienvenidos cálidamente por los pequeños de UK, eran simpáticos y tiernos cuando se trataba de conocer a gente nueva.

El niño junto a su madre fueron a la sala principal y se encontraron con el señor UK y la señora Francia sentados en el sofa mientras sostenían una gran manta donde se encontraba al nuevo miembro de la familia inglesa.

— ¿Puedo ver? — preguntó el niño lleno de curiosidad por saber que había dentro de aquella manta.

— claro, ven — el niño se acercó y la señorita Francia movió lo suficiente para revelar lo que había dentro: un bebé que tenía un cuadrado azul en la esquina izquierda de su cara que tenía la bandera de su padre UK y tenía franjas blancas junto a franjas rojas — su nombre es USA — sonrió cálidamente.

— es muy bonito — dijo el niño con ternura. Él odiaba a los bebés por la razón de que lloraban mucho pero cuando vió a USA se había maravillado por lo tierno que se veía.

— es muy afortunada, señorita Francia — halagó.

— gracias por tus bonitas palabras, señorita Qing —

— ¿Puedo cargarlo? — preguntó de repente. Su madre iba a decirle que no podía hasta que habló la francesa.

— claro, ten cuidado — le dió su bebé con cuidado. La señorita Qing temía de que su hijo tirara por accidente al hijo de la familia inglesa.

El niño miró con aquel bebé que tenía en sus brazos había abierto sus ojitos, unos preciosos ojos color celeste. Se sintió hipnotizado por aquellos preciosos ojitos hasta que el bebé empezó a llorar. El niño le dió con algo de miedo a la señora su bebé.

— lo siento, no se que fue lo que pasó — se disculpó de rodillas — perdón, señorita —

— tranquilo — acomodó a su hijo entre sus brazos para incomodar a su bebé — mi bebé solo tiene hambre — le dedicó una sonrisa — tranquilo, sé que no le hiciste nada, no estoy enojada — el tono de voz que utilizaba la señorita Francia demostraba que no estaba enojada.

Aunque en realidad, es muy raro que la señorita Francia se enojara, ella era conocida por ser alguien pacífica y difícil de enojar. Parecía que ella no conocía la palabra "ira".

— ahora, si me disculpan, tengo que darle algo de comer — ella le dedicó una mirada a su marido, él entendió que era lo que quería su esposa: privacidad.

— muy bien, chicos, vengan — dijo UK parándose del sofá — les voy a dar bocadillos — dijo con una sonrisa, lo cual hizo que los demas lo siguieran.

Mientras los demás comían, el pequeño de la señorita Qing no dejaba de pensar en aquel pequeño bebé vaquita. ¿Aquella belleza irreal que parecía ser proveniente de Afrodita estaba reflejada en aquel bebé? Él no lo sabía pero el sentía ganas de protegerlo de todo lo que se atravesaría.

~ 𝑚𝑜𝑜 ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora